Este miércoles se cumplen 25 años de la trágica muerte de Diana de Gales en un misterioso accidente de tráfico en París. Durante este cuarto de siglo mucho se ha especulado sobre el repentino fallecimiento de la princesa y su entonces pareja, el empresario de origen egipcio Dodi Al-Fayed: contradicciones, verdades oficiales y teorías conspiratorias con mayor o menor fundamento. Para poner un poco de orden en este caso y rendir tributo a la memoria de la Princesa de Corazones conviene ordenar las ideas.
La versión oficial del siniestro es compartida por las autoridades francesas y británicas, que realizaron sendas investigaciones: se trató de un accidente de tráfico fortuito. Diana de Gales, Dodi y el chófer del vehículo perdieron la vida cuando estrellaron contra el pilar 13 del túnel del Puente de Alma de París cuando escapaban de los paparazzis. Tan fatal desenlace tuvo dos causas principales: el exceso de velocidad y el estado de embriaguez del conductor.
Ambos informes concluyen que el chófer “tomaba antidepresivos y que además no tenía permiso para conducir un coche del tamaño de la limusina que manejó a alta velocidad, tenía un nivel de alcohol en la sangre de 1,74 gramos por litro, tres veces por encima de la tasa legal”. Sin embargo, en las imágenes de las cámaras de seguridad del Hotel Ritz puede verse al chófer caminando con naturalidad y sin el menor indicio de haber ingerido alcohol. ¿Mentira oficial o tolerancia por parte del conductor? El debate no ha parado en estos 25 años.
El accidente de tráfico puso a los paparazzis que asediaban día y noche a la princesa en el ojo del huracán, ya que el coche iba a toda velocidad porque estaba siendo perseguido por una horda de fotógrafos que perseguían al vehículo. En este sentido las investigaciones francesa y británica tienen dictámenes distintos. Mientras la justicia gala eximió a los reporteros gráficos de responsabilidad alguna en el accidente, los jueces británicos sí consideraron que la velocidad y forma de conducir los vehículos que perseguían el coche de Diana fueron un factor clave del accidente. Los reporteros gráficos aseguraron que no vieron el momento de la colisión, algo que llama la atención de los defensores del complot. Además, había más de catorce cámaras de seguridad en las inmediaciones del paso subterráneo del puente del Alma y ninguna de ellas captó imágenes de la colisión
También se ha hablado de que algunos paparazzis fotografiaron al a princesa tras el siniestro en lugar de prestarle auxilio: por internet circula una fotografía en la que, supuestamente, se la ve entre el amasijo de hierros en el que acabó el vehículo en el que viajaba.
A pesar de la gravedad del siniestro, la madre de William y Harry no falleció en el túnel del Puente del Alma. Diana de Gales fue trasladada de urgencia en una ambulancia hasta el hospital Pitié-Salpêtrière: tenía varias fracturas y una herida en su pecho que derivó en hemorragias internas de mayor gravedad y en una parada cardíaca de la que fue reanimada sin éxito. Sus últimas palabras antes de morir se las pronunció a uno de los bomberos que le atendió en el lugar del accidente: "Oh dios mío, ¿qué ha pasado?".
El tiempo transcurrido entre la primera llamada a los servicios de emergencia, registrada a las 00:26 horas, y la llegada de Diana en la ambulancia del SAMUR parisino al Hospital a las 2:06 horas, también ha llenado de razones a los que defienden las teorías más oscuras.
La teoría del crimen de Estado contra la querida princesa tiene bases relativamente sólidas: Diana era un personaje incómodo para la Corona británica que había evidenciado las miserias de la Familia Real y era, además, tremendamente querida por lo que su versión de la historia era tremendamente respaldada por el pueblo.
Uno de los principales portavoces de estas teorías conspirativas era nada menos que el padre Dodi, Mohamed Al Fayed, dueño de los prestigiosos almacenes Harrod’s, entre otras empresas. Según Al Fayed, la princesa de Gales estaba embarazada de Dodi y el anuncio de su compromiso matrimonial era inminente. En esta línea, el magnate sostiene que la familia real británica, “no podía aceptar que un musulmán egipcio pudiera convertirse en el padrastro del futuro rey de Inglaterra”.
Por si fuera poco, en 2003 el mayordomo de la princesa, Paul Burrell, filtró a la prensa una nota escrita por Diana en la cual la princesa alegaba que su exesposo, el príncipe Carlos, “estaba planeando ‘un accidente’ de coche, un fallo en los frenos y serias lesiones en la cabeza” con el fin de poder contraer matrimonio con su amante desde la juventud, Camilla Parker, en calidad de viudo. El casamiento finalmente tuvo lugar en verano de 2005.
Los análisis practicados a los restos del Mercedes revelaron que el coche estuvo en contacto con un Fiat Uno de color blanco que dejó rastros de pintura blanca en la carrocería del Mercedes. Algunos testigos reportaron la presencia de uno saliendo del paso subterráneo, si bien todos los intentos de la policía francesa por encontrar el automóvil fueron inútiles. Por su parte Al-Fayed alega que este vehículo fue empleado por los servicios secretos para provocar que el Mercedes desviase su rumbo y se estrellase en el túnel. El empresario afirma, además ,que el Fiat era propiedad de un fotoperiodista francés llamado Jean-Paul James Andanson al que relacionó con los servicios de inteligencia. Por si fuera poco, este hombre se suicidó tres años después del siniestro.
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