España cuenta desde el pasado domingo con un nuevo héroe nacional: el entrenador de la Selección Nacional de Baloncesto, Sergio Scariolo. Se trata de un hombre muy discreto que intenta mantener su vida personal al margen de los focos. Sin embargo, el interés mediático sobre su vida familiar ha crecido tras los últimos triunfos y por mi vocación de servicio público me propongo a presentarles al entorno del artífice de los éxitos de España en las canchas.
Este italiano de 61 años, que además de por sus capacidades deportivas destaca por su elegancia, está casado desde hace un cuarto de siglo con otra primera figura del deporte nacional. Su mujer es Blanca Ares, que hace varias décadas también fue una primera figura del baloncesto. Madrileña de 52 años, jugó en su juventud como alero y posteriormente ejerció de periodista deportiva en publicaciones vinculadas al mundo de la canasta.
Divorciada del ex jugador del Real Madrid de baloncesto Ismael Santos, Blanca es una mujer de bandera. Conoció al seleccionador hace 30 años cuando ella trabajaba como comentarista en Canal Plus y el flechazo fue instantáneo.“Llegó a España y le vi y no dejé que se me escapara. Somos muy parecidos y muy diferentes. Las personas que son iguales se aburren pero nosotros nos compensamos. Ese es nuestro secreto”, contaba Blanca hace un tiempo a Vanitatis.
Blanca está muy volcada en la fundación que varios años atrás ella y su marido pusieron en marcha. Creada en honor al padre del seleccionador, la organización se llama Cesare Scariolo, ayuda a los niños con leucemia. Esta enfermedad fue la que acabó con la vida del progenitor del entrenador de baloncesto en 1998.
La pareja ha tenido dos hijos: Alessandro y Carlota, de 20 y 19 años respectivamen te. Ambos son grandes deportistas: Alessandro juega de alero en los Mahattan Transfers de laiga universitaria de Estados Unidos. Por su parte, la benjamina ha optado por practicar tenis.
La familia tiene fijada su residencia habitual en Marbella (Málaga). En el año 2015, el técnico abrió las puerta de su vivienda a un diario regional. La casa cuenta, entre otras comodidades una envidiable piscina y, como no, una cancha de baloncesto. A través del Instagram de su esposa podemos descubrir, además, algunas estancias privadas como el amplio salón que la vivienda tiene en la planta baja o el dormitorio principal.
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