La época navideña es sinónimo de revisitar la película 'Solo En Casa', y ese filme nos lleva directamente a su protagonista: Macaulay Culkin. El rubísimo y divertido protagonista de la imprescindible cinta fue durante años el 'juguete roto' oficial del star system norteamericano. Sin embargo, las cosas han cambiado y el inspirador del clásico pop de 'Ladilla Rusa' ha resurgido de sus cenizas.
A sus 42 años, el también protagonista de 'Mi Chica' tiene más de un millón de seguidores en Instagram, dirige una web satírica de enorme éxito en Estados Unidos y es padre de un bebé de un año y medio junto a su pareja, la también actriz Brenda Song.
Atrás han quedado los años salvajes del actor en los que las drogas y vicios eran el pan nuestro de cada día. Culkin ha sabido rentabilizar su errática biografía y comenzó su renacer durante la entrega de los Oscar del 2019, cuando se viralizó un tuit suyo en el que bromeaba sobre sus años más oscuros: “No puedo creer que este sea el quinto año consecutivo que no aparezco en el in-memorian… y eso que lo he intentado”, escribió.
El declive del actor llegó tras el fracaso de la película 'Niño Rico', en la que Culkin tenía 14 años. Tras años de éxitos sin precedentes, el teléfono dejó de sonar y sus padres iniciaron un calamitoso proceso de divorcio en el que se las broncas por la fortuna generada por su hijo eran el centro del contencioso. Macaulay consiguió que un juez le concediese la emancipación y fue entonces cuando empezó a fundirse sus ahorros en fiestas, alcohol, drogas y prostitutas.
La amistad que unió a Culkin con Michael Jackson cuando era el niño favorito de América también ha marcado la compleja biografía del actor, aunque él siempre ha defendido al Rey del Pop y ha negado abuso alguno. En una entrevista reciente con la revista Esquire se mostraba tajante: “Nunca me hizo nada. Nunca lo vi hacer nada. Y especialmente en este momento crítico, no tendría ninguna razón para ocultar nada”
Ahora el actor habla sobre sus momentos de gloria y de horror: “Tuve dinero, fama, tengo una novia guapísima, una casa bonita y unos animales preciosos. Me llevó mucho tiempo llegar hasta aquí, y tuve que tener esa conversación conmigo mismo y, sinceramente, no es tan malo. No quiero nada y necesito aún menos. Soy un buen hombre”, dice.