Durante sus 24 años de matrimonio, Enrique Ponce y Paloma Cuevas tuvieron dos niñas que ya son unas adolescentes. A pesar de que la pareja se dio el 'sí, quiero' a mediados de los años 90, no fue hasta más de diez años después cuando tuvieron descendencia. Fue en la primavera de 2008 cuando nació Paloma, y tres años más tarde llegó al mundo Bianca. Actualmente las dos niñas de 15 y 11 años residen junto a su madre.
A pesar de que tanto Paloma como Enrique han preservado durante su matrimonio y posterior ruptura la intimidad de sus dos pequeñas, son varias las ocasiones en las que han hablado de ellas en su revista de cabecera. “Tienen muchas aficiones, son muy creativas”, declaraba tras la separación Paloma. “Todavía son muy pequeñitas para saber si alguna seguirá mis pasos en el mundo de la moda, pero sí que son las dos muy creativas, unas apasionadas de todo lo que tiene que ver con el arte", añadía. En el mismo reportaje Paloma añadía que sus hijas son muy aventureras y que tiene claro que “hará todo lo que esté en su mano para que crezcan felices”.
Bianca y Paloma tienen su domicilio habitual en Madrid, donde acuden al colegio. Las dos menores también asisten en el centro a clases extraescolares. Según colgó su propia madre en las redes sociales, Bianca es una gran apasionada de los caballos y de los deportes ecuestres. La mayor, Paloma, ha desarrollado la afición por viajar de su famosa madre.
Según publicaron diferentes medios, a Paloma Cuevas le molestó mucho que su hija mayor descubriese la relación de su padre con Ana Soria a través de las redes sociales, aunque nunca se ha interpuesto en la relación que mantiene el diestro con las niñas. Puede verlas siempre que quiera. Eso sí, no le gustaba que tuvieran vínculo con Ana Soria.
La cosa cambia en lo que respecta a la figura de Luis Miguel. Unas fotografías tomadas del cantante mexicano en el aeropuerto evidenciaron hace unos meses que ambas mantienen buena relación con el hombre que según los rumores sería la actual pareja de su madre