La discreta vida de Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez: sus hijas, su trabajo y lo que hace fuera de Moncloa
A pesar de que apenas ha ejercido de 'Primera Dama' durante los cinco años de mandato de Pedro Sánchez, su esposa Begoña ha sido uno de los puntales del líder socialista durante su periodo como inquilino del Palacio de La Moncloa. Confidente y asesora privada de su marido, Gómez está licenciada en Marketing en ESIC en Madrid y cuenta con un máster en Administración de Empresas. Actualmente dirige un máster en la Universidad Complutense.
Se casó con Pedro Sánchez en 2006
Nacida en Bilbao hace 48 años y criada en Valderas (León), lleva junto a Sánchez más de 25 años. Se casaron en 2006 y tienen dos hijas: Ainhoa, de 18 años, y Aitana, de 16. Según contó el propio Sánchez en el programa de entrevistas de Bertín Osborne se conocieron en una fiesta y, después de unos meses saliendo, fue él quien se mudó al piso de Begoña, situado en el barrio madrileño de La Latina. “Fui yo quien puse el cepillo de dientes en su casa, ella tenía un piso montado mucho más grande que el mío”, contó con sentido humor.
Muy activa en LinkedIn
Alejada de las redes sociales “de postureo”, Begoña es sin embargo muy activa en Linkedin. Allí se presenta como “apasionada de la sostenibilidad” y ofrece sus servicios profesionales para lograr "influencia y cocreación en contextos de cambio". Esto implica formar a futuros empresarios para que sus proyectos se adecúen a las directrices de la Agenda 2030. En un vídeo que ella misma colgó en su perfil explica, y reproduzco literalmente, que sus cursos están destinados a "cualquier profesional que quiera trabajar desde la ‘prespectiva’ del impacto”.
Deportista y apasionada de la moda
Tan deportista como su marido, antes de que Pedro Sánchez se convertiese en Presidente del Gobierno a Begoña se le solía ver en un gimnasio muy cercano a su casa, en Pozuelo de Alarcón, donde practicaba aeróbic y pilates. Durante estos años en el foco mediático ha demostrado, además, ser muy estilosa a la hora de vestir y se ha dejado ver en los desfiles de la Madrid Fashion Week.
Una mujer pendiente de su imagen
Desde que su esposo se convirtió en la primera figura del Ejecutivo, Gómez no ha dudado en someterse a tratamientos y retoques estéticos que han suavizado de manera considerable las facciones de su rostro, concretamente en los pómulos y el surco nasogeniano. Sus arrugas de la frente también han desaparecido gracias a las tan populares infiltraciones de vitaminas, ácido hialurónico y bótox.
Su padre fue un empresario pionero de la escena LGTB
Begoña, que siempre se ha significado con las políticas sociales de su marido, ha crecido en un entorno aperturista. De hecho, su padre, Sabiniano Gómez, fue dueño de negocios tan míticos como la Sala Adán, que estaba situada en la calle de San Bernardo de Madrid. El suegro del líder socialista se deshizo de esos negocios en 2012, fecha en la que se jubiló.