Mucho se ha escrito durante años sobre las mujeres que han rodeado a Pedro Almodóvar: su madre, sus musas, sus amigas… Sin embargo, desde hace más de 20 años, el cineasta manchego tiene a su lado un hombre que le acompaña. Se trata de su pareja, Fernando Iglesias Más, un apuesto fotógrafo y exjugador de baloncesto que, a pesar de medir casi dos metros de altura, lleva la discreción por bandera.
A pesar de que nunca se ha ocultado, este apuesto caballero siempre ha conseguido pasar inadvertido para la opinión pública. Almodóvar y su novio se conocieron en 2002 en una fiesta y desde entonces ha mantenido una relación intermitente pero muy estrecha con el manchego universal.
Fernando Iglesias inició su carrera profesional en el terreno deportivo pero también ha sido modelo y actualmente es un reconocido fotógrafo. "Hago de todo. Según me viene el toro, lo cojo. Hago fotografía, pero también continúo con el deporte y con cosas de publicidad, que es para lo que más me llaman", declaraba hace ya unos años al periodista Antonio Diéguez.
Almodóvar y su chico mantienen una relación alejada de convencionalismos: a pesar de que llevan juntos dos décadas (eso sí, con sus idas y venidas), no viven juntos. Además, como suele colaborar como foto-fija en las películas del director, cuando viajan por temas de trabajo se alojan en habitaciones separadas “como cualquier otro miembro del equipo”. "Mi papel en la troupe de Almodóvar es... Trabajo. Un trabajo en un entorno artístico que es una maravilla, un privilegio. Además lo hacen todo muy fácil. Es un lujo", argumentaba el año pasado en Vanity Fair.
El entorno del director de ‘Mujeres al Borde de Un Ataque de Nervios’ adora a Fernando y celebra la serenidad que le aporta. "No es ningún advenedizo. Proviene de una familia acomodada y conservadora y no está con Almodóvar por interés alguno", recogía Beatriz Miranda en El Mundo hace un año en un reportaje que escribió sobre él. Otra fuente apuntaba que “vive en una casa preciosa en Malasaña junto a su madre, ya muy anciana. Es un hijo súper responsable. Volvió a vivir con ella para que no estuviera sola y poder cuidarla".
Pedro se ha servido de la buena planta de su chico para que haga figuraciones en el algunos de sus filmes. A lo largo de sus 20 años de relación ha aparecido de manera fugaz en escenas muy reconocibles para los amantes de la obra de Almodóvar: sale zambulléndose en la piscina de 'Hable con ella' (2002), lo hemos visto bailar en 'La piel que habito' (2011), se vistió de cura en 'La mala educación' (2004) y encarnó a uno de los camareros de 'Los abrazos rotos' (2009).
-PEDRO ALMODÓVAR RECUERDA A SU PRIMER NOVIO: "ERA ADICTO"