Lindsay Lohan acaba de convertirse en madre. La exchica Disney ha dado a luz a su primer hijo, al que ha puesto de nombre Luai. Con este debut en la maternidad, la actriz de 37 años ha formado una familia con el banquero Bader S. Shammas, con el que se casó en secreto en julio del año pasado. Un nuevo e importante capítulo vital que supone un renacer para esta musa de los 2000.
De ídolo infantil a habitual de las clínicas de desintoxicación, de ser arrestada por robar y conducir borracha a emblema de las segundas (y terceras) oportunidades. Repasamos todos los obstáculos a los que ha logrado sobreponerse.
Los primeros años de su carrera estuvieron llenos de éxitos y títulos familiares. Estrella de las películas Disney tras la inolvidable 'Tú a Londres y yo a California', los taquillazos se sucedieron: 'Quiero ser superfamosa', 'Ponte en mi lugar', 'Herbie a tope' y, por supuesto, 'Chicas malas', el blockbuster adolescente que marcó a toda una generación. Era la chica de moda y todas las marcas y estudios querían trabajar con la pelirroja.
Como ocurrió en otras ocasiones, la fama vino acompañada de excesos, y a medida que Lohan frecuentaba los saraos más vip de Hollywood se multiplicaban los escándalos. Imposible olvidar aquella época en la que salía de fiesta con Paris Hilton y Britney Spears. Sus tonteos con el alcohol y las drogas empezaron a convertirse en algo más que un hábito festivo y las entradas y salidas de rehabilitación comenzaron a ser una constante: llegaba tarde a los rodajes, montaba pollos y sus películas comenzaron a ser deficitarias.
Fuera de los platós las cosas eran incluso peores, y en la segunda mitad de la primera década del milenio fue detenida por robar en unos grandes almacenes o por conducir bajo los efectos del alcohol. Todos sus delitos la llevaron a ser condenada a pasar un tiempo en prisión. En total, Lohan fue sentenciada a prisión seis veces y finalmente cumplió 42 días de cárcel y 35 días de arresto domiciliario. Además, Lohan también pasó un total de 8 años en libertad condicional.
En una entrevista de 2013, Lohan admitió sus adicciones y llegó a protagonizar un reality, producido por Oprah Winfrey, sobre sus intentos para recuperar la sobriedad. Tras aquello las cosas mejoraron en lo que respecta a su salud, pero su vida sentimental continuó acarreándole problemas.
Tras una polémica relación lésbica con la DJ Samantha Ronson, en 2016 dejó los Estados Unidos y comenzó una tormentosa relación con el millonario ruso Egor Tarabasov y en 2016 se filtraba un devastador vídeo que mostraba a su novio agrediéndola físicamente: "Por favor. Casi me mata", le decía ella por el balcón a un vecino.
Tras este lamentable episodio de violencia machista, Lindsay Lohan dejó atrás el mundo del espectáculo y se convirtió al Islam: se mudó a Dubai y aseguró haber encontrado la paz interior. Empezó a posar con burkinis y velos, visitaba a Erdogan y aseguraba que las profecías de Mahoma habían cambiado su vida: “Estudiar el Corán es algo en lo que he encontrado consuelo”, aseguraba en 2017. ¿Y saben qué? Tampoco salió bien, un año después se mudaba a las Islas Griegas, donde abrió un 'beach club' que terminaría quebrando.
En 2022 volvió a conocer el éxito gracias a la película 'Navidad de Golpe', que se convirtió en un éxito de streaming. Con su imagen renovada firmó dos nuevos proyectos como protagonista para la plataforma, y meses más tarde llegó el embarazo. Habemus una Lindsay Lohan renovada.