La televisión se ha ido a negro. María Teresa Campos ha muerto en el Hospital Fundación Jiménez Díaz tras ingresar de urgencia el pasado domingo, y sus dos hijas, Carmen y Terelu, la lloran sin consuelo. Con su marcha se va un trozo de la biografía de todos nosotros. Precursora de la televisión matinal, tal y como la entendemos hoy en día, Teresa ha sido testigo, cronista y protagonista de la Historia de España de los últimos 50 años. La veterana comunicadora fallecía hoy a los 82 años, por un galopante deterioro cognitivo y tras un ingreso de urgencias en el que los médicos han hecho todo lo posible por su vida.

María Teresa Campos será para siempre una auténtica pionera: sirviéndose solo de su talento, viuda y con dos hijas pequeñas se abrió un hueco en los medios de comunicación: con tan solo 15 años, debutó en las ondas como presentadora de diferentes espacios en Radio Juventud de Málaga y en los años 80 se trasladó a Madrid para empezar una fructífera carrera en televisión.

Fue Jesús Hermida quien le dio su primera oportunidad en la pequeña pantalla como parte del magacín ‘Por la Mañana’ que presentaba en la televisión pública durante los años 80 y al que años más tarde sustituyó como presentadora titular de ‘Pasa la Vida’. Fue aquel magacín, que recalaría años más tarde en Telecinco con el título ‘Día a Día’, con el que María Teresa revolucionó la parrilla matinal creando un espacio contenedor donde cabía todo: tertulias políticas, concursos, información del corazón y sus inolvidables sainetes coprotagonizados por sus colaboradores: Paco Valladares, su hija Terelu o Carmen Janeiro.

Hasta su retiro definitivo en 2021, María Teresa ha sido una primera figura de la pequeña pantalla: de 2010 a 2017 presentó los fines de semana el espacio nostálgico ‘Qué Tiempo tan Feliz’ y revolucionó a los más puristas cuando no tuvo problemas en protagonizar el reality show ‘Las Campos’ junto a sus célebres hijas. No ha habido en España una comunicadora más completa, versátil y avanzada.

Solo su papel como madre (e incluso matriarca) ha sido más importante que su faceta laboral. María Teresa siempre ha protegido a su familia por encima de todo, algo que la hizo más querida por el público si cabe. Sin importarle las críticas, dio su sitio a sus dos hijas como directora y co-presentadora de sus programas. También acogió bajo su ala a muchos amigos que trabajaron junto a ella durante su dilatada trayectoria. La generosidad era su mejor adjetivo.

De manera implacable protegió y defendió a sus hijas de las críticas, comentarios maledicentes y momentos complicados por los que pasaron: enfermedades, divorcios, campañas de descrédito… Como si fuese una leona, “La Campos”, protegía a los suyos -tanto a su familia como a su círculo de amigos- con vehemencia y convicción absoluta.

Tras el trágico suicidio de su marido y padre de sus hijas, María Teresa se negó a renunciar al amor y probó suerte con varias parejas, que puedes repasar en el siguiente vídeo. Félix Arechavaleta, Felipe Maestro, José María Hijarrubia, Santiago García o Gustavo Manilow intentaron conquistar su corazón pero las historias nunca llegaron a buen puerto. Su última pareja conocida fue Edmundo ‘Bigote’ Arrocet, con el que mantuvo una relación de casi 6 años. La historia de amor y su posterior ruptura ocupó cientos de páginas en la prensa rosa y miles de minutos de televisión.

La salud de María Teresa Campos ha estado resentida en los últimos años de su vida. Un ictus, del que pudo recuperarse, marcó en 2017 el inicio de su declive. Su involuntaria retirada profesional y el encierro de la pandemia terminaron por minar para siempre el buen ánimo y las habilidades comunicativos del icono periodístico.

El carisma de María Teresa Campos traspasaba las ondas de la radio y las pantallas de la tele y su carrera se diversificó más allá de los programas que presentaba y dirigía. Campos escribió varios libros e incluso llegó a tener una marca propia de zapatos tras el furor que provocaban entre sus contemporáneas el calzado que lucía en los estudios de televisión.

Los profesionales de los medios guardaremos para siempre el legado y las enseñanzas de María Teresa: una mujer que no tuvo problemas en hablar en tono popular y campechano con políticos, actores o concursantes de realities. Dejando su impronta y su buen hacer para un país que tuvo la tuvo como referente durante las tres últimas décadas de nuestra historia.