Muere María Jiménez a los 73 años: cómo se forjó el mito de la artista que comenzó limpiando escaleras
Su melena rubia, sus movimientos tan flamencos como sensuales y su voz desgarrada definirán para los restos a una de las artistas españolas más completas y queridas de las últimas décadas. María Jiménez ha fallecido a los 73 años, según ha contado en un comunicado su familia: "Con profunda tristeza y dolor en nuestros corazones, despedimos hoy a María Jiménez", anunciaba el escrito. Lo cierto es que siempre nos quedará su legado musical y estético. María ya está junto a Lola y Rocío en el altar de la canción española.
De fregar escaleras a pasear escenarios
Nadie le regaló nada a la Jiménez, que empezó su trayectoria artística en los años 70 en Barcelona, ciudad a la que emigró desde su Triana natal para trabajar como sirvienta. Por las mañanas limpiaba y por las noches animaba los tablaos flamencos de la ciudad condal donde emocionaba al público con un talento que emanaba directamente desde sus entrañas. Un cazatalentos la vio y la fichó: grabó su emblemático “Se Acabó” y comenzó su exitosa trayectoria musical.
Marcada por la tragedia
Pero María fue más que una artista de innegable talento: ha sido toda su vida una superviviente. Primero sobrevivió a un padre maltratador, luego a la maternidad en soledad -tremendamente repudiada en los años 70- y lo peor estaba aún por llegar: aquella hija que sacó adelante sola fallecería en un accidente de tráfico y el actor Pepe Sancho, el hombre con el que encontró la estabilidad sentimental, fue el marido menos ejemplar del mundo.
La Jiménez es un emblema nacional más allá de su capacidad artística o su azarosa vida. Su innegable capacidad comunicadora -deslenguada, descarada y directa como pocas- la convirtieron uno de los rostros públicos más queridos de la escena pública. A María la gente la quería con sus virtudes y sus defectos. Daba igual que apareciese en televisión con unas copas de más cabreada como una mona o dándolo todo sobre el escenario vestida de pavo real.
Los achaques de la edad
Los últimos años no han sido felices para la estrella. En 2018 le diagnosticaron un cáncer, pasó varias semanas en coma y muchos llegaron a darle por muerta. María se recuperó tras tres meses ingresada en el hospital, pero después llegó la pandemia y los achaques de la edad que se multiplicaban en un cuerpo que siempre se entregó a los excesos.
La Jiménez ya no está con nosotros, pero continuará siempre a nuestro lado porque tenemos su vida y su obra. Somos muy afortunados por ello. ¡Viva María Jiménez!