Este viernes el hijo mayor de Bárbara Rey y Ángel Cristo concluirá con toda una vida de anonimato. Nacido en marzo de 1981, el primogénito de la vedette y el domador de leones ha mantenido siempre un perfil bajo. Pocos saben, por ejemplo, que es padre soltero de la única nieta de la actriz o que sueña con convertirse en productor musical.

Ángel Cristo Jr. nació tan solo un año después de que sus célebres padres se diesen el “sí quiero”. Pasó su infancia y parte de la adolescencia entre una mansión el lujoso barrio de La Moraleja y una roulotte itinerante del circo de su padre. "Cuando vivíamos con mi padre, cogíamos piojos por la gente del circo que le traía la droga a casa. Era gentuza", recuerda con amargura. Y es que ni Ángel ni su hermana Sofía tuvieron una infancia idílica.

Mientras en su casa Ángel era testigo de la complicada relación de sus padres, en el colegio era víctima del acoso escolar. Sus compañeros, tan prepúberes como crueles, se mofaban de él porque su madre era un mito erótico y posaba en las revistas. Tan complicada infancia derivó en que haya vivido una vida discreta y alejada de los focos. Hasta ahora.

De su vida tan solo sabemos aquello que su madre y su hermana han contado en programas de televisión y revistas del corazón. Padre soltero, Ángel Cristo Jr. ejerce de progenitor como no hicieron con él: su hija de seis años es la razón de su existencia. A su abuela Bárbara, que siempre la muestra de espaldas en las redes sociales, también se le cae la baba con la pequeña.

Para preservar ese anonimato, Ángel Cristo Jr. ha vivido varios años en Boston, ciudad en la que se dedicó a la gestión de conciertos y la representación artística.  Melómano empedernido y con espíritu rockero hace sus pinitos tocando la guitarra eléctrica.  

A pesar de que tiene su cuenta de Instagram privatizada, sabemos que Ángel está presente en la red social desde hace más o menos un año. Los que tienen la fortuna de poder seguirle, saben que en su perfil muestra orgulloso a sus mascotas (tiene un perro y un montón de gatos) y su afición por los deportes de invierno: el hijo de Bárbara Rey es un loco del esquí y el snowboard.