El momento más duro de la vida de Belén Rueda: su hija María falleció con once meses
Belén Rueda vivió un momento tremendamente complicado en mayo de 1997, mes en el que falleció su hija María con tan solo once meses. La pequeña, nacida como fruto de su matrimonio con Daniel Écija, nació con una cardiopatía y a pesar del duro esfuerzo de los médicos no logró llegar al año de vida.
Meses de angustia en el hospital
Antes del triste fallecimiento de la pequeña Belén pasó unos meses muy complicados en el madrileño hospital de La Paz, donde estaba ingresada y fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas. La actriz recordaba aquella época en un artículo que escribió para un diario nacional: "Allí, la esperanza, la fe, se escriben con mayúsculas; se vive en el día a día, con cosas muy pequeñas. Por ejemplo, porque después de las operaciones les cuesta mucho comer; les pesan todos los días, y si un día llegabas al hospital y te decían que había engordado 200 gramos, hacíamos una fiesta. Una situación así hace que vivas muy intensamente logros que para los niños normales son algo natural, y valoras situaciones, cosas y gente que se te cruzan en la vida mucho más que si no te ha pasado nada".
La prematura muerte de su segunda hija (la mayor, Belén, tenía tres años cuando ocurrió) fue un constante episodio de tristeza en la vida del matrimonio Écija-Rueda. Sin embargo, la actriz sacó fuerzas de donde no las tenía y se refugió en su trabajo haciendo de tripas corazón. Su primer papel tras la desgracia fue el de la fotógrafa Clara Nadal de la recordada serie ‘Periodistas’. Años más tarde vendrían otros papeles inolvidables como el de 'Los Serrano'
Un año más tarde nació su hija Lucía
Un año más tarde Belén y Daniel recibieron a su tercera hija, Lucía. La joven vino al mundo en 1998 y su nacimiento aportó luz en medio de aquella oscuridad. Écija y Belén, que no se habían casado, se convirtieron en matrimonio en a 2003 pero tan solo un año después de formalizar su relación rompieron tras trece años de vida en común.
La pérdida de María hizo que Belén forjase profundos lazos con sus otras dos hijas. "Nunca he estado más de 15 días sin verlas. No me arrepiento de haber rechazado trabajos porque iba a estar mucho tiempo sin verlas", le contaba a Bertín Osborne en su programa de entrevistas. Tal es la importancia que Belén da a su vida familiar que, en ocasiones ha puesto condiciones inamovibles en sus contratos: "Cuando rodé El orfanato pedí acabar siempre los jueves, rodábamos en Asturias y aunque fueran las dos de la mañana, cogía el coche y volvía a Madrid para estar con ellas.