La boda de la cantante Ana Guerra y Víctor Elías va a ser sin ningún género de dudas uno de los bodorrios del año. La ex participante de ‘Operación Triunfo’ y el actor de ‘Los Serrano’ tienen previsto darse el “sí quiero” el próximo 31 de octubre (justo un año después de su anuncio) en un espectacular escenario situado en a tan solo 35 kilómetros de la capital. Se trata de una finca situada en la Sierra de Guadarrama cuyos menús oscilan entre los 165 y los 190 euros por comensal.

Este fascinante enclave llamado “Finca Prados Moros” ofrece a la célebre pareja nada menos que 72 hectáreas de terreno para que su día soñado resulte inolvidable. Según informan en su página web, ofrece a los novios distintos espacios totalmente preparados para la velada: numerosas zonas ajardinadas donde pasear y realizar un buen reportaje fotográfico, zonas cubiertas y climatizadas y unas espectaculares vistas a un lago protegido por las montañas de la hermosa serranía madrileña.

Según ha comentado la pareja, será allí donde tenga lugar la ceremonia civil, que oficiará Fran Perea, y el posterior banquete. Muy emocionados comentan a una revista del corazón la cantidad de opciones del espacio, en la que esperan recibir a 350 personas entre familiares y amigos: “Tiene embarcadero y una playa, que no me puede faltar a mí algo de playa”.

En la lista de invitados figuran nombres muy conocidos para el gran público como Alejandro Sanz, Álvaro de Luna o Pablo López: "Están invitados y veremos si, por sus agendas, pueden acompañarnos en este día", dice Ana. Víctor, por su parte, quiere que en ese día estén presentes sus compañeros de 'Los Serrano' y la actriz Rossy de Palma, que es muy amiga de su madre. El músico también ha invitado a la Reina Letizia, pariente lejana, pero parece que la soberana declinará la invitación: "Tengo más relación últimamente con su padre y con su hermana", dice. Además, puede que a doña Letizia no se le olvide que la madre de Víctor acudió al 'Deluxe" en 2010 para hablar de su lejano vínculo con la monarca, quien no la invitó a su enlace con el rey Felipe VI.

La pareja tiene previsto un cóctel de bienvenida que tendrá lugar en un espacio que van a decorar exprofeso para la ocasión. Según han declarado cada uno llevará cuatro madrinas y cuatro padrinos con los que harán su espectacular entrada. “La idea es darnos la vuelta y que lo que veamos sea el recorrido de nuestra vida, tanto lo que nos ha unido, como la gente que ha estado siempre”.

Ya que se trata de una boda en el frío otoño madrileño, la comida se servirá en el comedor de la propiedad.  Se trata de un salón climatizado, completamente acristalado, con vistas a las praderas y con la sierra de Guadarrama de fondo. Según avanzan desde la organización los menús parten “de la cocina tradicional española de nuestras abuelas” si bien serán Ana y Víctor los que diseñen el menú a su gusto para que sus invitados disfruten “con los cinco sentidos".

Para la parte más festiva, el complejo ofrece a sus clientes una zona denominada “El Invernadero”. Se trata de un original espacio, dotado de robots de luz y máquina de humo, en el que los invitados pueden darlo todo. Tanto Ana como Víctor avisan que la suya no será una boda convencional: “Nuestra idea es que sea tipo boda americana, pero que no quede hortera. Queremos un coro de góspel en la ceremonia, que interprete canciones que significan mucho para nosotros”.

El futuro matrimonio ha anunciado que el suyo será un enlace “pet friendly”. Para ello contarán con un equipo de profesionales que se encargará de cuidar a las mascotas de los invitados.