¿Qué fue de Juan Tamariz? Así está con 81 años el mago icono que hacía reír a España
La magia y el humor se daban la mano en los espectáculos de Juan Tamariz. El ilusionista entraba todas las semanas en la casa de todos los españoles durante la década de los 80 gracias a la pequeña pantalla. Nos dejaba boquiabiertos con sus trucos y nos sacaba una sonrisa cuando los finalizaba con su emblemático violín invisible al ritmo de “nianianianaaaa”. ¿Quieren saber qué ha sido de la vida de este peculiar showman?
Tiene 81 años y vive en Cádiz
A sus 81 años cumplidos en octubre de 2023, Tamariz se mantiene en plena forma. Podemos seguir sus andanzas a través del Instagram de su hija Ana, que continúa con su legado dirigiendo la Escuela de Magia que lleva su nombre. Juan, por su parte, vive su semiretiro en San Fernando (Cádiz) y allí sigue practicando nuevos trucos: entrena diariamente con su célebre baraja de cartas.
Los trucos le deformaron las manos
Tantas horas y tantos años haciendo juegos de cartas le ha costado a Juan Tamariz tener las manos deformadas. La cabeza la mantiene tan lúcida como siempre y según contaba hace unos años a El Mundo, en Cádiz lleva una vida de bon vivant: disfruta de la gastronomía, la música y los libros.
Dirigió el debut de Carmen Maura
A pesar de que hizo su primer truco a los seis años, cuando alcanzó la mayoría de edad estudió Físicas y también ejerció de cineasta en los años 60 (Carmen Maura debutó en uno de sus cortometrajes). Dio el salto a la magia en los años 70 y la popularidad le llegó como miembro de los primeros “Tacañones” del “Un, dos, tres… responda otra vez”. A partir de ahí comenzó a hacer trucos en pantalla y su mítica presencia con chistera y pelo revuelto se fijó en el imaginario colectivo de varias generaciones de españoles.
Abuelo noctámbulo
Padre de dos hijos, Tamariz es también abuelo. Daniel, el hijo de Ana, obtuvo el pasado mes de septiembre el título de Campeón del Mundo de Yo-yó Acrobático. Aseguraba Tamariz en Lo País que hay una energía que recorre su vida y la de sus hijos, y que tiene que ver con un carácter nocturno, reforzado por la influencia mágica de la luna. “Mi madre, mi hija Ana, mi nieto Daniel y yo no podemos dormir de noche. Y, aunque no lo parezca, lo primero que veo cuando me levanto por la tarde es el sol y lo último que veo es el amanecer. La noche es absolutamente mágica, estás bajo el influjo de la luna, de la poesía, de los sueños. Y, encima, nadie te va a llamar por teléfono”, dice divertido.