Durante los años 80 desde Italia a España viajó una corriente de mujeres liberadas sexualmente que divertían a la sociedad española de la época y de las que la cantante Sabrina y la actriz porno Cicciolina fueron abanderadas. Hoy vamos a centrarnos en la segunda, que a sus 72 años se mantiene vigente en su personaje.
Retirada del cine para adultos pero muy activa en sus redes sociales, la húngara (de nombre real Illona Staler) afincada en Italia es adicta a los filtros y muestra una imagen que casi la convierten en un dibujo animado. Es habitual que publique fotos disfrutando de momentos de ocio y en lo profesional sigue siendo reclamo para eventos de toda índole en Italia y busca que algún director lleve al cine su autobiografía. Su vida ha estado llena de momentos desagradables: tras vivir una infancia traumática marcada por los abusos sexuales, trabajó para los servicios de espionaje de su país con el fin de sacar información a los políticos que se alojaban en el hotel donde ejercía de camarera. Retirada del porno desde los 80 no tendría problema en volver al género “por un millón de euros”.
A pesar de que sus redes sociales muestran una existencia de ocio, la realidad parece bien distinta para el antiguo mito erótico. En 2019 contó en la revista Vanity Fair que se encontraba en bancarrota y que para sobrevivir se vio obligada a vender gran parte de sus enseres personales y su lujoso ático de Roma. En los últimos tiempos Cicciolina se ha dedicado a ofrecer experiencias a sus fans, como cenar pizza con ella o jugar una partida de ajedrez. Actividades por las que más férreos seguidores están dispuestos a pagar.
En sus años de gloria mediática, Cicciolina también incursionó en política con éxito. Ejerció como parlamentaria por el Partido Radical, una formación de izquierdas con raíces antifascistas y espíritu laico y liberal, desde 1987 hasta 1992 y cobra por ello una pensión vitalicia. "La cobro por ley. Y está bien así. Es una controversia inútil", se defiende. Con respecto a sus posturas políticas actuales se muestra tolerante con las políticas de la primera ministra Giorgia Meloni. "Si el pueblo ha elegido un Gobierno de derecha, eso quiere decir que el pueblo cree que el Gobierno de derecha va a resolver lo importante", declaraba hace un año a Martín Bianchi en El País.
Pero el principal quebradero de cabeza de Cicciolina es su hijo Ludwig, de 32 años, y que cuenta con un largo historial de drogodependencia. El año pasado tuvo que denunciarle por intento de asesinato después de que éste le amenazase con una pistola táser. Según informó en 2023 la prensa italiana, "Ludwig solía extorsionar a la madre para comprar drogas" y éste -que tiene una granja para perros- tiene en la actualidad una orden de alejamiento de su propia progenitora.
La propia Ciccilona también ha tenido sus propios problemas con los tribunales: en 2017 fue condenaba a un año de cárcel por intento de estafa que recuerdan a los que en España protagonizó ‘La Veneno’ (en cuya serie aparece encaranada por la actriz Miriam Giovanelli). La actriz fingió haber sido mordida por un perro para cobrar la indemnización, pero la aseguradora inició una investigación que destapó el montaje.