¿Qué fue de Lydia, Kim, Silvia o Nina? La vida actual de las azafatas de Maryra Gómez Kemp en '1,2,3'

El terrible fallecimiento de Mayra Gómez Kemp ha dejado el mundo de la televisión huérfano. Son muchos los compañeros de profesión y admiradores que lloran la pérdida de la presentadora que marcó toda una época en la gran pantalla. Especialmente dura ha sido la tragedia para las que fueron sus “secretarias” en el 1,2,3 ¿Quieren saber qué fue de las más emblemáticas?

Fue una de las azafatas más queridas por la audiencia. Kimberley Fiona Manning, para la audiencia sencillamente Kim, nació en California en 1960 y reside en su país de origen desde 2011.  Debutó en el inolvidable concurso en 1983 y formó parte de su elenco hasta 1988. Se mantuvo varios años en España donde además de abrir un restaurante presentó programas y participó en series. En Telecinco la vimos en ‘Desafío bajo cero’ una especie de ‘Bailando con las Estrellas’ pero de patinaje sobre hielo. Su último papel fue en la serie ‘Velvet’. Instalada en la ciudad de Phoenix, Arizona, y dirige allí una academia para enseñar teatro a niños.

“Me encantaría abrir un refugio para animales de todo tipo. Un lugar al aire libre en el que puedan moverse y disfrutar pensado para que los niños vayan a visitarlo y así aprender alrededor de todas estas especies", decía en una entrevista en 2016

Tras su paso por el programa de Chicho Ibáñez Serrador, Lydia Bosch se convirtió en una de las presentadoras y actrices más solventes del país. La hemos visto interpretar papeles inolvidables como el de la Tía Alicia de ‘Médico de Familia’ o Natalia Nadal en ‘Motivos Personales’. También ha presentado programas como ‘El Gran Juego de la Oca’ y hasta hace pocos días ha conducido un concurso gastronómico en la televisión pública en el que ha demostrado seguir en plena forma a sus 60 primaveras. En Divinity la vimos en 'Mía es la venganza'.

En lo personal su vida ha sido pasto de la prensa del corazón. En los 90 se casó con Micky Molina, hijo de Antonio Molina, con quien tuvo a su primera hija, Andrea. Después se casó con el arquitecto Alberto Martín, con quien tuvo a sus mellizos, Juan y Ana y del que se separó en 2009. El 2020 compartió en redes sociales que había padecido cáncer de piel y, por suerte, superó la enfermedad.

Silvia Marsó tiene en la actualidad 61 años, aunque aparenta 20 menos. Tras acabar su periplo en el “1,2,3” donde ejerció durante años de azafata contable, encontró en la interpretación su verdadera vocación. Para el gran público fue la pérfida malvada de ‘Ana y los Siete’ y en la actualidad graba una serie titulada ‘La Encrucijada’. Este verano representó con enorme éxito de crítica y pública “La Importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde sobre las tablas madrileñas. De 1981 a 1987 estuvo unida a Rafael Carrizosa. Después conoció a Emilio Marco, del que se separó hace quince años y tras el que no se le ha conocido ninguna relación posterior. Tiene un hijo de 25 años llamado David. 

Los espectadores también conocimos a Nina gracias al ‘1,2,3’ de Mayra. La catalana, de 58 años, debutó en el programa en 1987. En el programa se encargaba de presentar a las parejas de concursantes, de accionar la máquina de que determinaba la cantidad inicial (en pesetas) por las que estos empezaban a jugar y por su solvencia en los números musicales.

Nina, que nos representó en Eurovisión en 1989 con ‘Nacida para Amar’ y se refugió en el circuito catalán. En 2001 volvió a convertirse en un personaje de gran relevancia nacional gracias a las primeras ediciones de OT, en las que ejerció de directora de la famosa academia de talentos. Tras aquella experiencia protagonizó musicales como “Mamma Mia” y el año pasado volvió a la Gran Vía en la adaptación de “Los Puentes de Madison”. Aprovechando la estela de OT también dirige una academia de canto en Barcelona.

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