Diez años después del fallecimiento de Sara Montiel sus dos hijos han optado por caminos distintos. Mientras su hijo Zeus intenta hacerse un hueco en el mundo de la música y participó el año pasado en GH VIP; su hija mayor, Thais, ha optado por una vida discreta y alejada del foco mediático.

La que había sido la niña de los ojos de Saritísima, es una mujer con una señora licenciatura en Derecho a través de la prestigiosa universidad ICADE. En los últimos años de vida de su madre fue ella que que se encargaba de gestionar sus contratos y mantenía al día sus bienes. Una vez fallecida la artista, Thais se ha volcado en perpetuar su legado desde el anonimato. “Tiene varios negocios en los que invirtió, pero la verdad es que no me gusta hablar por ella. Lo importante es que está muy bien", declaró en una ocasión Zeus.

Según publicaba recientemente ‘El Español’, tras vivir en el extranjero ha vuelto a Madrid, donde reside en la casa de Núñez de Balboa de su madre. Por lo visto, lleva una vida de lo más corriente y es una mujer de marcadas rutinas. Este medio asegura, además, que Thais "no está casada, y no tiene proyecto de nada de eso. Tampoco ha tenido hijos. La aparición pública de Thais data de noviembre de 2017, cuando tuvo lugar un juicio contra el administrador de los bienes de la artista, Francisco Fernández. Se trataba de un proceso que la propia Sara Montiel abrió en vida denunciándole en 2010 y que su hija se encargaría de continuarlo años más tarde.

Sara Montiel fue pionera en multitud de campos y también fue la primera estrella del star system nacional que acudió a la adopción internacional. Antes de que siguieran sus pasos Isabel Pantoja o Rocío Jurado, junto a su tercer marido Pepe Tous adoptó en Brasil a Thais en 1980. Cuatro años después repetirían el proceso en España con Zeus, al que adoptaron en Valencia.

Junto a su madre vivieron con dolor infinito la muerte de Pepe Tous por un cáncer de páncreas en 1992. Tal y como recogieron las revistas del corazón de la época madre e hijos arrojaron sus cenizas desde una barca en aguas de Palma de Mallorca, donde habían vivido felices. Thais era entonces una preadolescente que soportó ese dolor pero, también, creció de golpe.

Thais fue muy crítica con su madre cuando diez años después de la muerte de su padre se dio el sí quiero con el cubano Tony Hernández. Thais sufrió mucho con el circo mediático de su famosa boda civil en los juzgados de Alcobendas y llegó a marcharse de casa. “Ha sido una decisión tomada, no tanto unilateralmente, sino por las circunstancias que todos conocéis. Si nos hubiera parecido mejor la relación de mi madre con este cubano, no nos hubiéramos ido de casa”, dijo Thais en un arrebato a Canal Sur en aquel entonces. Sara respondió a sus declaraciones alegando que sus hijos “estaban envenenados”.

Por suerte para todos, el matrimonio apenas duró un año y quedó como un triste episodio en la trayectoria del mito manchego y la familia volvió a unirse. En la actualidad, los dos hijos de Sara tienen buena relación. "Es mi única familia, nos apoyamos mutuamente mucho, desde el fallecimiento de mi madre, incluso más. Evidentemente tenemos nuestras riñas y discusiones como todos los hermanos, pero bien", ha declarado Zeus.