María Escoté puede presumir de ser un torrente de vitalidad y buen rollo. La diseñadora, conocida por sus arriesgados diseños llenos de color, traslada su ecléctica personalidad a la decoración de su hogar. Una vivienda en la que nos permite colarnos a través de su divertida cuenta de Instagram.
Situado en el madrileño barrio de Ópera, cuenta la estilista que la primera vez que entró en este piso de 200 metros cuadrados tuvo claro que era para ella. Situado en un edificio de finales del siglo XIX era el lugar idóneo para configurar su hogar y 'romper' con su caos su ambiente señorarial. Según sus propias palabras, es un hogar pensado para acoger gente y para sentirse a gusto.
La propiedad de Escoté se caracteriza por los techos altos, las molduras clásicas y suelos de madera. Cada uno de los rincones de la vivienda refleja la pasión de la diseñadora por la decoración y allí conviven muebles de precio asequible con algunos elementos más exclusivos. Todos ellos llenos de color y alegría como el propio carácter de la diseñadora.
Hija del fabuloso pintor Ferrán Escoté, María ha heredado de su padre el amor por el arte de vanguardia. Algunas creaciones del artista conviven en las paredes de su domicilio con otras maravillosas piezas de artistas contemporáneos como Manuel León, Matías Sánchez o Marion Peck. Este popurrí de creatividades encuentra una comunión perfecta en los espacios de la catalana dotando cada rincón de mucha personalidad y fuerza.
Algunas estancias de la casa de María sorprenden por su originalidad como el dormitorio que ella misma ha diseñado en colaboración con una conocida multinacional sueca del mobiliario. La habitación de descanso de la querida televisiva tiene pintadas las paredes en color negro. pero el espacio irradia alegría gracias a una elección de muebles tremendamente coloridos y divertidos. “Ha sido un proceso creativo tan divertido que sólo pienso en empezar un nuevo proyecto”, contaba en 2018 cuando realizó tan impactante remodelación.
Como no podía ser de otra manera, la vivienda de María cuenta con un vestidor digno de envidia. De sus perchas cuelgan no solo sus colecciones, sino también prendas de reconocidísimos diseñadores a los que adora y un montón de diseños de sus marcas favoritas: hablamos de prendas de ensueño firmadas por Chanel, Moschino o Versace.
Entre los secretos de su domicilio está su terraza, repleta de plantas, alfombras boho y materiales naturales. "La idea era conseguir un punto deco, pero versátil, donde poder jugar con el espacio que tenemos", cuenta. Gran amante del deporte y del yoga en particular, la diseñadora aprovecha este lugar para practicar todo tipo de asanas y posturas.
La creativa estrenaba hace tan solo unos días una nueva cocina y compartió con toda su comunidad de seguidores la reforma de la estancia. Se trata de un espacio que sorprende por su minimalismo ya que está decorada íntegramente en color blanco. Escoté ha optado por una equipación panelada en la que no falta un detalle: horno, lavadora, microondas, frigorífico… Un espacio en el que su pequeña perrita Gilda parece estar encantada a tenor del carrusel de imágenes que ha publicado.
La diseñadora, de 44 años, comparte esta bonita vivienda con con el periodista Iván Parlorio y sus dos hijas, Alabama y Lila, de 11 y 8 años. La pareja se conoció en Londres a través de una red social. A pesar de que llevan juntos muchos años no están casados y, por el momento, no se plantean estarlo. Mujer muy familiar, la diseñadora catalana no se considera una madre excesivamente protectora. "Intento ser liberal, que aprendan a tomar sus propias decisiones, pero estoy muy pendiente de mis hijas, es innato", dijo en una entrevista.
En otra conversación con la revista Vein, María confesó que la mejor época de su vida fue durante sus dos embarazos. "No sé si por el tema hormonal o por el emocional, pero tanto física como mentalmente he disfrutado mucho de ese periodo y me ha hecho sentirme muy bien".
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