Fue la vicepresidenta del Gobierno de España durante siete años y tras la renuncia de Mariano Rajoy estuvo a punto de dirigir el Partido Popular. Soraya Sáenz de Santamaría perdió las primarias de su partido contra Pablo Casado en verano de 2018 y decidió abandonar la política. Con esta salida, su rastro desapareció. Siete años después y fielmente comprometido el recuerdo de tiempos mejores les acerco qué fue de ella.
En lo personal, Sáenz de Santamaría vive en Madrid con su marido, José Iván Rosa Vallejo, y su hijo, que ya es un adolescente de 14 años. Aunque ha optado por una vida más privada, hace un par de años reapareció en un evento tan sorprendente como la fiesta de cumpleaños de Alejandro Sanz, al que acudió junto a su esposo disfrazada de mujer de los años 20.
Poco se sabe de los vínculos que unen al artista con la antigua vicepresidenta. Mujer discreta y familiar, la exvicepresidenta dedica la mayor parte de su tiempo libre a cocinar y a disfrutar de la familia.
La que fuera uno de los mayores exponentes femeninos de la política nacional fichó en marzo de 2019 como socia del área de Gobierno corporativo y compliance en Cuatrecasas, puesto que abandonó el pasado mes de septiembre para reinventarse como consejera externa, cambio que le permite mantener una relación con el despacho sin la intensidad de un compromiso diario. Pero ésta no es su única ocupación, la también abogada del Estado, es consejera independiente de Cepsa (ahora Moeve) desde agosto de 2024.
Pese a ser pocos los detalles los que se conocen de su vida profesional actual, Sáenz de Santamaría asegura que “no echa nada de menos la política”, ya que se trata de una etapa cerrada para siempre. Por ese motivo ha optado por no conceder entrevistas ni mantener contacto con los medios de comunicación.
Antes de la política, Soraya ya era una profesional brillante. Estudió la Licenciatura en Derecho en la Universidad de Valladolid, donde se graduó en 1994 con el Premio Extraordinario de Fin de Carrera por ser la primera de su promoción. Cuatro años más tarde y con solo 27 años aprobó las oposiciones a Abogada del Estado. Esta sólida base académica y profesional le permitió desarrollar una carrera que combina el ejercicio del Derecho con una destacada actividad política y empresarial.
“Durante estos años lo ha pasado muy mal en algunas ocasiones, pero ahora está viviendo un gran momento”, apuntaban desde el entorno de la expolítica a Vanitatis hace un tiempo. Estas voces hablaban de dolencias vinculadas por el páncreas que fueron publicadas por algunos medios en 2021. Quienes la conocen destacan que esta etapa de "oscuridad mediática" le ha sentado bien, permitiéndole recuperar una normalidad que la política le había arrebatado.
La que fue una de las mujeres más poderosas del país no ha vuelto a las redes sociales desde 2018. Tanto su cuenta de X como la de Instagram aparecen completamente abandonadas desde que dedidió abandonar la política, lo que supone otra certificación de su preferencia para no dar absolutamente nada de qué hablar.
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