Andrea Janeiro, Rocío Flores y otros ‘hijos del corazón’ que quieren ser anónimos
Los 18 años de Andrea Janeiro Esteban han eliminado los píxeles y los tomates sobre el rostro de la hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, pero no sus ansias de anonimato. No es la única 'hija del corazón' que, tras una tras alcanzar la mayoría de edad quiere darle portazo a la fama que le ha acompañado desde su nacimiento: los hijos de Rociíto , la hija de Rosario Flores o el otrora ‘devorador de micrófonos’ Alex Lequio encabezan esta lista de hijos de famosos ávidos de discrección.
Andrea Janeiro Esteban (18 años)
La hija de Belén y Jesulín ha estado en el ojo del huracán mediático desde el día de su concepción. A pesar de que la ley del menor le ocultaba el rostro, no dejaba de ser noticia por absolutamente todo lo que ocurría en su vida: desde sus pocas ganas de comer pollo hasta su devoción por Justin Bieber. Tras el verano, se marchará a Londres a estudiar con la intención de preservar una vida lo más anónima posible. En la web de Sálvame, precisamente, le aconsejaban lugares de la ciudad donde mantenerlo.
Rocío Flores Carrasco (20 años)
Al igual que Andrea Janeiro, fue carne de portada desde su concepción y posterior boda de penalti de sus padres. Estudia psicología en la Universidad de Málaga y no quiere saber nada de su madre biológica: ella considera a la mujer de su padre, Olga, su verdadera progenitora. Mantiene una estrecha relación con su tía Gloria Camila y fue al plató de Supervivientes a recibirla aunque intentó rehuir en la medida de lo posible del foco de las cámaras. Desde que cumplió los 18 le han ofrecido cantidades desorbitadas por hablar en los medios y, hasta la fecha, las ha rechazado todas.
Andrea Molina Bosch (25 años)
La hija de Micky Molina y Lydia Bosch ha decidido continuar la tradición familiar de la interpretación, aunque alejada de la prensa del colorín. Ha participado en algunos cortometrajes y sale con el guitarrista de la banda Marlon No se habla con su padre y protagonizó un desagradable incidente con su padrastro que nunca quedó del todo claro.
Alex Lequio García (25 años)
De pequeño se comía los micrófonos de los periodistas que acosaban a preguntas a su madre y ahora mantiene una relación cordial, aunque distante, con la prensa del corazón. Aunque ha protagonizado algún posado promocional, mantiene un perfil bajo en temas del cuore y vive entregado a facetas empresariales. Su Linkedin es de lo más interesante: ha fundado una empresa de marketing y cuenta con una licenciatura y una máster de dos universidades americanas.
Clemente Lequio Dell’Atte (29 años)
El hermano de Alex reside en Milán. Aficionado al gimnasio, fue noticia por compartir imágenes de su fibrada anatomía en redes sociales, aunque ahora las mantiene restringidas. Intentó ser modelo y DJ aunque ninguna de las dos facetas terminaron de fructificar. “Me dedico al sector de los hoteles. Al Hospitality Bussiness como se dice en inglés… He trabajado en hoteles los últimos años, y la gene no lo sabe: Desde llevar maletas, a la recepción”, asegura.
Carlo Constanzia di Castiglione Flores (25 años)
El hijo de Mar Flores y Carlo Constanzia de Castiglione ha rehuido de la atención mediática aunque ha sido noticia en varias ocasiones por sus más y sus menos con la Dirección General de Tráfico más de 100 multas de tráfico. Ha trabajado como camarero y no ha destacado en los estudios.
Lola Orellana González (20 años)
Nieta de La Faraona e hija de la monstrua Rosario y Carlos Orellana. Llegó al mundo el 2 de octubre de 1996, un año después de la desaparición de su abuela, Lola Flores, y su tío Antonio, ayudando así a su madre a superar la enorme pena en la que se sumió todo el clan. Se fue a Londres en septiembre de 2014 para terminar el bachillerato, vivir nuevas experiencias y volver a España hablando inglés. Su madre ha contado en varias ocasiones que su pasión es la interpretación y que el día de mañana quiere centrar su futuro en ello.
Alberto Herrera Montero (24 años)
El hijo de Carlos Herrera y Mariló Montero (y hermano de Rocío Crusset) estudia Administración de Empresas y Marketing en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Le gustan los deportes de riesgo, toca la guitarra y vive una vida bohemia en la capital. Su look le acompaña: Pelo largo y moreno, espeso bigote y barba desenfadada.
Candela Otero Martínez (20 años)
El apellido materno, el de su madre Julia Otero, prevalece en el DNI de su anónima hija Candela. Aunque ha hecho sus pinitos en el mundo de la moda, su futuro se adivina más cientifico: estudia Medicina en la Universidad Internacional de Cataluña. Es normal verla junto a su madre en los desfiles de la 080 de Barcelona, ciudad donde ambas residen.