"No puedo mover la frente, por culpa de la jodida cirugía plástica me he quedado sin expresión". Son palabras de Robbie Williams, pero bien podrían ser de muchos otros famosos que lamentan algunos de sus pasos por el quirófano. Unos cuantos vuelven a él para solucionar el desaguisado y otros aceptan con resignación su nuevo rostro.
La admiración de la actriz y ex Superviviente Tatiana Delgado por Kim Kardashian le está pasando factura. La querida robinsona, finalista de la edición 2011 del programa de famosos en la isla, asegura estar pasando por un auténtico calvario desde que decidiese inyectarse una sustancia en las nalgas para que se pareciesen a las de la también estrella de telerrealidad. "No me puedo sentar, tengo dolores y se me ha infectado", lloraba recientemente en un plató de televisión.
Belén Esteban lamenta profundamente haberse puesto pecho ya que lo hizo utilizando implantes PIP, que resultaron ser peligrosos para las mujeres que los llevaban. "Realmente quien tiene la culpa es Sanidad que aprobó estas prótesis", comenzaba Belén en un debate televisivo donde se abordó el tema.
El tema de las rinoplastias también trae cola. Una de las más famosas arrepentidas por sus retoques nasales es Paula Vázquez. La ferrolana intentó refinar su perfil cuando estaba al frente de 'El Juego del Euromillón' y su rostro perdió parte de su carismática frescura. Aunque sigue estando guapa, la rubia sostiene que si volviese atrás en el tiempo no entraría en quirófano.
El mismo trauma ha pasado Nagore Robles. La chica de Sandra Barneda y colaboradora habitual de programas de entretenimiento cuenta entre lágrimas que su nueva nariz no le gusta. "Me veo en el espejo y no me reconozco", le contaba a Jorge Javier en el plató del Deluxe. "Yo quería que me la dejasen como a María Patiño y no ha sido así", lamenta.
Courtney Cox reniega de su afición por el botox y los tratamientos de medicina estética. El pasado verano la actriz de 'Friends' y 'Scream' aseguraba que sus continuas entradas en quirófano habían deformado su rostro y paralizado su expresión, algo que afectaba directamente a sus cualidades como actriz.
Lo mismo asegura Nicole Kidman, quién después de que sus innumerables intervenciones su rostro artificial le ha cerrado las puertas a los jugosos papeles con los que la industria les agasajaba hace algunos años.