Hoy es festivo en el universo pop: Britney Spears cumple 39 años. La princesa de la música ligera pasa su aniversario envuelta en una lucha judicial contra su propio padre, que tiene su tutela tras los problemas mentales que afloraron en la cantante en 2007 y que, según gran parte de sus fans, la tiene secuestrada en contra de su voluntad.
Desde que la cantante perdiese las riendas de su vida hace casi quince años (¿recuerdan aquellas imágenes de su rapada capilar o su desastrosa actuación en los Premios de la MTV?) su progenitor, Jamie Spears, mantiene su guardia y custodia y controla todas las decisiones sobre su carrera, sus finanzas y su vida personal, algo que le ha llevado a declararse en rebeldía.
El pasado mes de julio la cantante inició un proceso ante los tribunales para acabar con esta custodia que ha encontrado apoyo en las redes sociales por parte de su propia madre, Lynne Spears, compañeros del mundo de la farándula como Paris Hilton, Miley Cyrus, Cher o Dannii Minogue y por supuesto sus fans a través del hashtag #FreeBritney. Sin embargo, la jueza que lleva el caso ha rechazado la petición, aunque se ha comprometido a apartar a su padre del control y cambiarla la tutela por otra persona.
La cantante se encuentra desde hace cerca de dos años en un parón profesional que no piensa activar hasta que no se solucione el entuerto y en sus redes sociales solo podemos ver vídeos de la estrella bailando en la intimidad de su mansión de Los Angeles o en compañía de su novio, el modelo Sam Ashgari.
Los problemas comenzaron en el año 2007 cuando Britney Spears entró en una espiral de depresión, alcohol y estupefacientes tras separarse del padre de sus dos hijos, el bailarín y ocasional rapero Kevin Federline. Tras recibir tratamiento, la cantante volvió a los escenarios y editó media docena de discos de éxito pero nada volvió a ser igual. Desde que su padre tomase las riendas de su vida, su carrera ha generado pingües beneficios pero ella tan solo recibe una asignación de 1.500 dólares (unos 1.400 euros) a la semana a pesar de que ha ganado, según la revista Forbes, una media de 40 millones.
Sea como fuere, el legado de Britney es incuestionable. ¿Quién no ha bailado hasta la extenuación sus canciones? Los temas de la cantante siguen sonando con fuerza casi 30 años de su debut y los perfumes que se comercializan con su nombre e imagen son auténticos superventas. Hoy es un buen día para recuperar sus éxitos en nuestras “playlists” y sus seguidores deseamos que vuelva pronto y lo haga renovada, feliz y con nuevas canciones con las que poner banda sonora a nuestras vidas.
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