España está en un 'ay' con todo el culebrón que, de nuevo, mantiene a Isabel Pantoja en la picota. El tema de la herencia de Paquirri nos tiene a todos enganchados. Sin embargo, no se vayan ustedes a pensar que estamos ante una situación exclusiva de los herederos del diestro malogrado en Pozoblanco. El corazón patrio se ha nutrido desde hace décadas de historias relacionadas con herencias malditas.
La estructura familiar que arropó a Rocío Jurado durante toda su vida se vino abajo cuando falleció en junio de 2006. El que era un clan bien avenido comenzó entonces una guerra familiar que se ha mantenido hasta el día de hoy. La cantidad por repartir era elevada: nada menos que 7 millones de euros que la de Chipiona quiso legar a sus tres hijos, su marido, sus hermanos y su secretario. Si bien quiso que todos quedaran contentos en el reparto, lo cierto es que no fue así y el clan Jurado terminó roto y dividido y ni siquiera consiguen ponerse de acuerdo para honrar a la figura de 'La Más Grande'.
Los hijos y el marido de Rocío Dúrcal también tuvieron lo suyo y llegaron a tener que verse en los juzgados. Resulta que los hijos de la cantante de rancheras y ex niña prodigio, Carmen, Shaila y Antonio Morales, descubrieron que su padre se 'olvidó' de incluir en el inventario de bienes varias propiedades que tenían en Miami, México y Marbella. Por suerte para todos, en la recta final de la vida de Junior hubo algo de paz en el clan.
Aunque los familiares de Ángel Nieto fueron muy discretos en lo que respecta a sus enfrentamientos, la revista ‘Semana’ reveló en 2018 que la pareja del malogrado piloto, Belinda Alonso, aceptó un acuerdo con la compañía de seguros que cubría la responsabilidad civil del vehículo que provocó el accidente. Este ‘pacto’ conllevaba una indemnización de casi un millón para ella y su hijo Pablo, pero los hijos mayores del campeón 12+1 estaban de acuerdo con la gestión. El hijo mayor de Nieto, Gelete, llegó a declarar a la revista que no tenía conocimiento de la transacción.
Otra herencia que daría para una telenovela como las turcas que emite Divinity es la de Encarna Sánchez. En ella se dan cita elementos tan misteriosos como fascinantes: amas de llaves, robos de joyas, viejas amigas, documentos falsos… La heredera universal del patrimonio de la locutora fue Clara Suñer, una amiga a la que conoció en la década de los 60 cuando la reina de las ondas escribió su primer y único testamento válido. Sin embargo, su ama de llaves, su secretaria y un compañero de su programa de radio se valieron de la incapacidad de Encarna en el último tramo de su vida para que esta ordenase transferencias y cambios de titularidad de cuantiosos bienes para resultar beneficiados: hay millones de pesetas desaparecidos.
El fallecimiento de Lina Morgan también puso en jaque a su entorno con una historia que recuerda a la de Encarna. La mítica actriz quiso dejar su abultado patrimonio al hombre que estuvo a su lado en los últimos años, su chófer. Sin embargo, sus sobrinos-nietos, los grandes olvidados en el reparto de los más de 40 millones de euros del legado de la actriz reclamaron su legítimo ingreso de efectivo y no tuvieron reparo en tirar por tierra el nombre de la célebre vedette para hacerse con él. "Solo voy a decir que la herencia se abrió en su momento y que allí no había nadie de la familia”, declara su Heredero Universal
La fallecida duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James, se vio ‘obligada’ a repartir su herencia en vida para tener el visto bueno de sus hijos y casarse con Alfonso Diez. A pesar de ello, tras su muerte la polémica volvió a surgir cuando su hijo Jacobo que quejó de la parte que le había dejado a él.
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