Para celebrar la Noche de los Muertos les invito a un pasaje del terror muy especial: las casas de celebridades que suponen un escenario perfecto para pasar la noche más pavorosa del año. Decoraciones extremas, horteradas de nuevo rico, mobiliarios espeluznantes o leyendas fantasmagóricas convierten a estas viviendas en el enclave ideal para pernoctar en ellas durante la noche más siniestra del año. Pasen y vean… ¡si se atreven!

“Habláis de Cantora como si fuera el Castillo de Drácula”. Con estas palabras lamentaba Isabel Pantoja el tratamiento mediático que recibe su célebre finca. La verdad es que razones no faltan para que reciba ese tratamiento. La dehesa andaluza de la cantaora tiene todos los ingredientes para que sea el lugar ideal en el que celebrar una noche terrorífica: se dice que allí habita el fantasma de Paquirri y la sombra de una maldición ronda sobre sus cimientos. Para colmo, en sus inmediaciones no hay cobertura y según cuentan los que la han visitado está llena de muebles viejos, cabezas de toro, habitaciones cerradas con llave y suelos crujientes. Estremecedor.

Desconozco si en la casa de la Ministra de Igualdad y su todavía pareja oficial hay espíritus, espíritas o espírites, pero las fotos que se filtraron a la prensa cuando la pareja se mudó al casoplón resultaban del todo perturbadoras. Aquella tinaja con WC al lado de la piscina, los juegos de camas de la época del Frap o las retratos de Mao en el salón eran para echar a correr y volverse al pisito de Vallecas. Para acabar con semejante estilo, Iglesias y Montero se hicieron con los servicios de uno de los decoradores de la jet madrileña y el inmueble ya no resulta tan inquietante. Dicen los que la han visitado que la casa tiene ahora el estilo de sus vecinos empresarios del Ibex-35 y que las mayores discusiones de la pareja son por las mesas en las que Pablo decide trabajar.

El nuevo pisito que Rappel ha adquirido en la Plaza de España de Madrid es muy de su estilo. Barroca hasta el extremo, la casa del adivino es una extensión de su peculiar extremo. Llena de imágenes religiosas, amuletos y antigüedades, la vivienda también hace las veces de gabinete del adivino: allí predice el futuro de su selecta clientela.

La célebre vivienda de Leticia Sabater también resulta un lugar idóneo para pasar una noche terrorífica. Estampados imposibles, muebles a prueba de daltónicos, candelabros inenarrables, alfombras con logos de marcas de lujo y retratos a gran tamaño de la estrella multimedia convierten cada una de las estancias de la casa en un escenario ideal para pasar una noche de auténtico terror.

La famosa finca de Jesulín en su Ubrique natal invita a pasar una velada de Halloween inolvidable. La mansión del torero es un buffet libre de taxidermia que, a su lado, la casa de “Psicosis” bien podría utilizarse como un parque de recreo infantil. La casa del maestro no solo está repleta de animales disecados: no solo están los toros de las faenas más memorables del matador. También hay venados, osos y cebras disecados que provocarían un ictus a cualquier vegano.

Para pasar miedo, nada mejor que una velada junto a los presentadores de “Cuarto Milenio”, Iker Jiménez y Carmen Porter. La pareja de periodistas, expertos en psicofonías y apariciones espectrales, tienen en su casa de Madrid miles de recuerdos de sus reportajes e investigaciones paranormales. ¿Se atreverían a pasar una noche rodeados de tablas de ouija, muñecas poseídas y restos de exorcismos?

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