Catherine Zeta Jones acaba de anunciar que vuelve a ingresar en una clínica para tratar sus trastornos mentales. Los representantes legales de Lindsay Lohan han acordado que la actriz vuelva a una clínica de rehabilitación para evitar la cárcel y Britney Spears ingresó en un centro especializado cuando bebía de todo menos agua. Estamos acostumbrados a leer en la prensa los ingresos y desintoxicaciones de las celebrities internacionales pero, ¿dónde lo hacen?
Las clínicas de desintoxicación que tanto frecuentan las estrellas de Hollywood son, en verdad, auténticos spas de superlujo donde combinan tratamientos psiquiátricos con actividades lúdicas. Repasamos los centros preferidos por las celebrities para tratar sus adicciones y sus precios:
Promises, el favorito de Britney Spears
Ingresar en el centro Promises de Malibú es lo más parecido a unas vacaciones en Acapulco: Playa, lujo y famosos. Los propietarios del centro aseguran que el éxito de sus recuperaciones reside en gran medida en la manera en la que sus ‘huéspedes’ consiguen olvidarse de los problemas que los llevaron al ingreso. Exitoso pero caro: cada semana de tratamiento cuesta la friolera de 10.000 euros semanales. Por ahí se han desintoxicado Britney Spears, Lindsay Lohan, Robert Downey, Jr., Charlie Sheen, Matthew Perry Christian Slater, Diana Ross y Ben Affleck.
Betty Ford, el clásico de toda la vida
El centro de desintoxicación fundado por Betty Ford, la esposa alcohólica del ex presidente Roosevelt, es un clásico para las adicciones de Hollywood desde hace medio siglo. Es el elegido por los clásicos del sector y allí se han recuperado Drew Barrymore, David Hasselhoff, Keith Urban, Jerry Lee Lewis, Ozzy Osbourne, Liza Minnelli o Elizabeth Taylor. No ofrecen tratamientos rollo spa pero la gracia de recuperarse allí tampoco es barata: 12.000 euros al mes y la estancia media ronda los 120 días.
Crossroads, la perla del Caribe
Eric Clapton (ex adicto a la heroína) fundó este centro en la Isla de Antigua por donde han pasado VIPs de la talla de Colin Farrell o la desaparecida Whitney Houston. Clases de yoga en la playa, técnicas de acupuntura y un programa de recuperación de 12 pasos en cuatro semanas son las claves de este lugar. El precio del tratamiento, 20.000 euritos de nada.
The Meadows, la antilujuria equina
Tiger Woods, adicto al sexo, decidió recuperarse de su afición por trajinarse chatis a diestro y siniestro en un centro de terapias del estado de Arizona. A los 750 millones de euros que le costó el divorcio al golfista golferas hay que añadir el tratamiento de 35.000 euros al mes de la rehabilitación. ¿El método? Practican la terapia equina: lecciones de vida a través del contacto con caballos. Hasta allí también se fue John Galliano, el ex diseñador de Chanel.
Cirque Lodge, rollito rústico
Las chicas Disney con adicciones escogen el rollito rústico que ofrece el Cirque Lodge Treatment Center. Por aquí han pasado Lindsay Lohan, Mary Kate Olsen o Eva Mendes. Alejadas del mundanal ruido en el estado de Utah las internas hacen senderismo, hacen kayak en el río o tienen terapias al calor de la chimenea. Este turismo rural desintoxicante cuesta 26.000 dólares al mes.
Silver Hill, la elección de Catherine
La última en re-ingresar en rehabilitación ha sido Catherine Zeta Jones. Aquejada de un trastorno bipolar severo, enfermedad que también padecen Raquel Mosquera y Britney Spears, la señora de Douglas opta por la tranquilidad de los bosques de la costa Este. El centro donde Catherine está ingresada en Silver Hill, una lujosa clínica de Conetticutt que cuesta la friolera de 880 euros por día de ingreso.