El vehículo dice mucho de la persona que lo conduce. En el caso de los famosos, también. Según el coche en el que te desplaces puedes ser un tronista venido a más como es el caso de Guti o Cristiano Ronaldo, o un icono de la sofisticación como le ocurre a Kylie Minogue. También hay más tipologías: ¿Quieres saber cuál es el coche favorito de las más pijas del panorama divinity en plan Tamara Falcó o Britney Spears? ¿Dónde metemos a Urdangarín? ¿Y a doña Letizia?

Horteras sin escrúpulos

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Por eso el dinero no da la clase ni la sofisticación. Eso lo saben bien personajes como Guti, Cristiano Ronaldo o Justin Bieber. Los tres ‘neotronistas’ conducen unos turismos que merecen convertir directamente su impuesto de matriculación en una pena de prisión sin fianza.

Sus coches son una oda al mal gusto y a la pretenciosidad: son unos cochazos, no lo dudamos, pero parece que han salido de una feria de Tunning de la provincia de Alicante y que se van de copas a una discoteca situada en una nave de polígono industrial. Vamos que finos, lo que se dice finos, no son…

Los conductores de este tipo de coches suelen ser ‘nuevos ricos’, muchos de ellos han hecho su dinero en ‘el mundo de la noche’ y se mueren por fardar de coche y que la gente se entere de que están conduciendo por la zona. No falla: suelen conducir con la capota quitada, la música a tope y van vestidos de manera ‘metrosexual’.

Pijas Urbanas

Las princesitas del cuore, como Britney Spears o Tamara Falcó, son las reinas de la ciudad gracias a sus utilitarios ‘chic’ de tamaño reducido. La hija de Isabel Preysler, otrora kamikaze sobre ruedas, conduce orgullosa un ‘Fiat 500’, un coche elegante, retro y urbano. Este mismo coche es la debilidad de Jennifer Lopez que ha llegado a un acuerdo con la firma italiana y lo saca en sus videoclips a cambio de tener uno para ella en la vida real.

El ‘Mini’, primo hermano del 500, también es la debilidad para las este tipo de famosas. Sin ir más lejos, Britney Spears, conduce un coche de esta marca. También hemos visto a Marta Sánchez llegando con uno a su exclusiva urbanización de las afueras de Madrid.

No solo es un tipo de coches para mujeres. Muchos hombres también los conducen. Por ejemplo, Figo. El futbolista portugués aparaca sin problemas gracias a su pequeño utilitario. Eso sí, cuando va solo, porque en el coche no caben Helen y los niños.

Machotes con clase

El ‘Todoterreno’ es el vehículo de los hombretones con clase. Iker Casillas, Cayetano Rivera o David Bustamante conducen este tipo de vehículos. La imagen de ellos conduciendo este tipo de vehículos junto a sus guapas novias al lado (Carbonero, Eva González y Paula Echevarría) marcan el punto donde el macho alfa se encuentra con la ternura sexy.

Estos tres famosos comparten una capacidad de adaptación al medio impresionante: lo mismo los vemos en una fiesta fashion tomando un cóctel que practicando deportes de montaña o haciendo unas ‘ñapas’ para adecentar la casa de campo. Maridos ideales, vaya.

La elegancia la llevo yo

Las berlinas de alta gama son ejemplo de distinción y elegancia. Por eso es el vehículo elegido por las musas de la elegancia del panorama Divinity. Vehículos de alta gama, lujosos pero sobrios y ante todo un ejemplo de la sofisticación sobre ruedas.

Éste es el caso de Kylie Minogue o nuestra Princesa de Asturias, doña Letizia Ortiz Rocasolano. A ambas las hemos visto conduciendo estos vehículos de cinco puertas, morro potente y maletero espacioso. No son fáciles para aparcar pero con la destreza necesaria no hay plaza de parking que se le resista. Ya lo confesó el portero del edificio donde la princesa Letizia vivía de soltera: “Tiene mucho arte aparcando”, declaró en 2003 al diario ‘El País’.

El caso de Urdangarín

Dejamos para el final al Duque de Palma. ¿Qué tipo de celebrity eres si eres miembro de la Familia Real y en tu patrimonio figura un palacete en el barcelonés barrio de Pedralbes y conduces el utilitario con el que tu esposa aprendió a conducir hace 20 años? Pues eres el clásico famoso imputado en un caso de corrupción al que se le piden cuatro millones de fianza.