Este año tenemos la victoria de Eurovisión al alcance de la mano. Después de varios años enviando propuestas mediocres o, cuanto menos, poco solventes, Chanel y su 'SloMo' han devuelto la esperanza a los eurofans. Sin embargo, no conviene precipitarse lanzando las campanas al vuelo. A pesar de que estamos entre los favoritos, hay una serie de rivales que pueden arrebatar a la candidatura española el preciado micrófono de cristal. Analizamos, como cada año, a los otros favoritos a alzarse con la victoria.
Los eurofans de la Gran Bretaña están pasando por el mismo proceso que los españoles. Después de varios años enviando temas que automáticamente quedan entre los últimos de la clasificación, vuelven a verse con opciones al triunfo. El artífice del milagro es Sam Ryder, una estrella nacida en TikTok con 12 millones de seguidores entre los que se encuentran Justin Bieber, Sia o Alicia Keys. Su canción es tremendamente épica y las habilidades vocales del británico son superlativas. Mucho cuidadito con él.
Desde que Italia volviese al Festival en 2010, no ha dejado de cosechar buenos resultados. El año pasado se hizo con la victoria y en 2022 puede repetir la hazaña. El motivo de su palmarés se debe a su proceso de selección: el Festival de San Remo. El ganador del prestigioso certamen de música italiana acude como representante del país a Eurovisión y su calidad está más que demostrada. Los anfitriones concurren con un dúo formado por Mahmood (que ya representó a Italia en 2019 con su éxito 'Soldi') y el cantautor Blanco. Su tema 'Brividi' arrasó en el concurso nacional con una desgarradora letra que versa sobre una ruptura, los errores cometidos en una relación y los recuerdos de los buenos momentos.
Suecia es otro de esos países que no suele apearse del pódium eurovisivo y este año tiene todas las papeletas para mantenerse en él. Los súbditos de Gustavo y Silvia envían al eurofestival de este año a Cornelia Jacobs que defenderá un tema de corte intimista pero de gran calidad musical e interpretativa. Con una puesta en escena muy propia seguro que arrasa en el televoto escandinavo y hace las delicias de un buen ramillete de jurados internacionales.
Un chico guapo, una canción la mar de pintona y una puesta sobria y elegante son las armas de los polacos para hacerse con el triunfo. La propuesta no tiene nada especialmente novedosa pero ahí reside su gran valor: gusta a todas las edades, a todas las culturas y a todas las sensibilidades. Puede recibir algún que otro voto de muchos países y suma que te suma puede dar la campanada.
La canción de Ucrania no está nada mal: toques folk, coros masculinos, un toque urbano a ritmo de rap… pero en condiciones normales no estaría entre las favoritas. Sin embargo, el archienemigo de la nación, Vladimir Putin, puede haberles servido la victoria eurovisiva en bandeja. El país invadido va el primero en las apuestas de pago porque se prevé que arrase en votos. La pena, la solidaridad con su pueblo, las ganas de fastidiar a los rusos y su poquito de geopolítica son los ingredientes de un cóctel que puede devolver al Festival la oscura sombra del vecinismo, los intereses gubernamentales y las razones extramusicales. La gran duda que sobrevuela a los productores del festival es clara: “¿Puede Ucrania organizar y albergar el certamen del 2023?”
Los noruegos compiten con un grupo que no va a pasar desapercibido. Se trata de una formación tremendamente particular compuesta por dos cantantes que actúan bajo una máscara de lobos amarillos. Se hacen llamar ‘Subwoolfer’ y la identidad de ambos es un auténtico misterio. El dúo asegura que viene de La Luna, donde formaron el grupo hace 4,5 billones de años. La canción es un tema de corte dance, muy divertida, que una vez que la escuchas no se te despega.
Gran baza: romanticismo helénico
Grecia ha sido la gran sorpresa de la primera semifinal de esta edición del festival. Con una puesta en escena envolvente y con una balada muy poderosa, los del peloponeso se han situado a la chita callando como uno de los favoritos del 2022. Una canción desgarradora y llena de sentimiento que emociona desde la primera escucha que, si no se hace con el triunfo, a buen seguro tiene garantizado uno de los primeros puestos de la tabla.