Eurovisión Vintage: Los grandes momentazos de la Historia de Festival
Este sábado Miki y su venda se subirán al escenario de Tel Aviv para representar los colores de la bandera española en el Festival de Eurovisión y tenemos el 'hype' por las nubes. Este certamen musical forma parte de la biografía de todos nosotros y en él hemos vivido momentazos grabados a fuego en la memoria colectiva. Hoy quiero homenajear tan importante cita musical para recordar esos hitos épicos que nos ha regalado el Eurofestival durante sus 64 años de historia. Súbanse al Delorean que despegamos.
El error técnico de Azúcar Moreno
Hace 29 años, las Azúcar Moreno representaron al país con su hit “Bandido”. Las hermanas Salazar revolucionaron Zagreb (entonces Yugoslavia, hoy Croacia), sede del festival aquel año, con sus estilismos y su arte calé. “Las Gitanas Armani” las llamaban los miembros del resto de delegaciones. Encarna y Toñi eran las primeras de la noche en actuar y tuvo lugar el desastre: la orquesta no entró a tiempo y los compases del tema no correspondían. Con un cabreo de tres pares de narices salieron del escenario echando maldiciones contra el técnico de sondo. La sangre no llegó al río y pocos minutos después volvían a escena para ejecutar su actuación de manera impecable. Quedamos en quinto puesto.
Jimmy Jump boicotea la actuación de Daniel Diges
Lo de Azúcar Moreno queda en una anécdota divertida comparada con lo que le pasó a Daniel Diges. En medio de su actuación un soberanista catalán se subió al escenanario y se confundió con los bailarines que acompañaban al intérprete madrileño. Se trataba Jimmy Jump, un holgazán cuya única actividad conocida reside en reventar actos para reivindicar la independencia de Cataluña. El personal de seguridad lo echó del escenario y la dirección de Eurovisión permitió a Daniel salir una segunda vez para poder interpretar la canción correctamente.
La victoria histórica de Dana International
Este año se cumple el vigésimo primer aniversario de la victoria de Dana International en el festival. La cantante israelí fue la primera mujer transexual en participar y ganar el certamen. Lo hizo con la canción “Diva” que se convirtió en un éxito en todo el mundo y que sigue sonando en muchas discotecas. Tal fue la popularidad de la israelí que las Spice Girls le ofrecieron incorporarse al grupo tras el abandono de Geri Haliwell pocos días después de su triunfo.
Tatu y la visibilidad lésbica
Eurovisión siempre ha sido un escaparate de los avances musicales, televisivos, tecnológicos y sociales de cada época. Si en 1998 Dana abría camino entre las transexuales, en 2003 era el dúo ruso Tatu las que hacían lo suyo por las lesbianas. A pesar de que la relación de Lena Katina y Yulia Volkova era falso y solo atendía a razones de marketing supusieron un punto y a parte para la visibilidad del amor entre mujeres. Curiosamente, la situación en Rusia para el colectivo LGTBI ha empeorado con respecto a la que tenían hace 15 años y hoy sería impensable que la Administración Putin llevase una actuación lésbica como imagen del país.
Las abuelitas rusas
Más allá de la situación social de Rusia, la delegación de aquel país nos ha regalado grandes momentazos en el certamen. ¿Recuerdan a las abuelitas que representaron al país en 2012? Seis graciosas ancianas ataviadas con trajes regionales de la estepa consiguieron enternecer a todo el viejo continente con su “Party for Everybody”. Quedaron en segunda posición por detrás de la todopoderosa “Euphoria” de Loreen.
El selebreison de Rosa de España
Por mucho que nos intenten vender que el Operación Triunfo del año pasado reeditó el fenómeno de 2001 la realidad es que Alfred, Amaia, Ana Guerra o Agoney están a años luz de lo que supusieron hace casi 20 años Chenoa, Bustamante, Bisbal o Rosa López. España vibró como nunca lo ha vuelto a hacer con el “Europe’s Living a Celebration” y aquel sexto puesto, por el que hoy mataríamos, supo a estrepitoso fracaso.
Con todos ustedes, ABBA
En 1974 Suecia ofreció al mundo uno de sus mayores legados culturales de la Historia: el grupo ABBA. El cuarteto sorprendió a toda Europa con su pegadizo “Waterloo” y sus rocambolescos atuendos. Ganaron el festival con aquella victoria comenzó la leyenda. Los éxitos de Agneta, Bjorn, Frida y Benny nos han acompañado desde entonces y jamás han pasado de moda. Su importancia cultural desde entonces es indiscutible: dos películas de Hollywood con sus canciones, ofertas millonarias para conseguir su reunificación y hasta un museo dedicado a ellos en Estocolmo como principal atracción turística. El año pasado la icónica Cher grabó un disco de homenaje al grupo reinterpretando sus mayores éxitos
El heavy monster de Lordi
Existe la equivocada teoría de que en Eurovisión triunfa la radiofórmula o las baladas épicas, pero eso no es así. Un año sorprende el intimismo de Salvador Sobral (2017), otro el pop explosivo de Mans Zemerlow (2015) o el folk de Alekxander Rybak (2009). Muchos se quedaron a cuadros en el año 2006 con la victoria del grupo de metal Lordi quienes arrasaron en votos con sus máscaras montstruosas, su potente canción. “Hard Rock Hallelujah” y su espectacular puesta en escena.
Los despropósitos españoles
El paso de España por el Festival está lleno de puntos negros. La emoción desbordada que tenemos con Miki tiene su razón de ser. La delegación española se ha caracterizado durante décadas por su chapucerismo y dejadez: La antipatía de Beth -que llevaba uno de los mayores temazos que jamás nos ha representado- en 2003, la bochornosa actuación de Chikilicuatre en 2008, la desafinada actuación de Raquel del Rosario en 2013, el gallo de Manel Navarro en 2017 o la desgana manifiesta de Alfred y Amaia hacia el festival el pasado año son solo unos ejemplos del calvario que ha vivido el eurofan español en los últimos años.