La juventud ya no acaba a los 40... y tampoco a los 50. Estar en la cincuentena es revivir los 30 y, por fruto de ello, ha aparecido el movimiento 'Swofty', que aglutina a las mujeres solteras que, a pesar de haber pasado el medio siglo, siguen irradiando lozanía y glamour. El nombre viene del acrónimo inglés 'Single Women Over Fifty' o lo que es lo mismo: 'Mujeres solteras de más de 50'.
Son muchas las celebs que pueden formar parte de este selecto club de solteras, maduras y sensuales féminas: Madonna, Sharon Stone, Demi Moore, Susan Sarandon o Kim Bassinger. En España también tenemos un buen caldo de cultivo para estas 'cincuentonas sexys': Carmen Lomana o Ana Obregón son buen ejemplo de ello. Y la Infanta Elena está a puntito de unirse al club.
Sharon Stone festejó su medio siglo posando en top-less para la revista Paris Match. La amiga de Jorge Javier Vázquez proclamaba desde la revista: “¡Tengo 50 y lo adoro!”. Toda una declaración de intenciones.
Otras fueron las pioneras: Cher, Jane Fonda, Isabella Rosellini… Ellas ya superan los 60 pero vivieron la década anterior como auténticas swofties antes de que la prensa internacional inventase el término. Como todo en esta vida este concepto también tiene sus enemigos y hay quien considera a estas maduritas buenorras como "una pandilla de señoras aburridas con crisis de identidad al borde del vaginesil".
Las normas de la Swofty
El concepto es claro heredero del modelo de mujer soltera impuesto por la divi-serie 'Sexo en Nueva York'. De hecho, si la serie intentó hace diez años perpetuar la juventud de las que rondaban la cuarentena sin pareja estable (soltera, divorciada, viuda...) es comprensible que estas mismas mujeres (que si eran unas picaflores a los 40 por qué no iban a seguir siéndolo con el paso de los años) sigan en sus trece cuando acechan el medio siglo. Si hubiera una tercera película de 'Sexo en Nueva York' sus protagonistas ya serían 'swofties'.
La aparición del término y sus acólitas nace como una respuesta moderna ante nuevas formas de organización social de las mujeres. Hasta hace bien poco cumplir los 50 años significaba tener que llevar el pelo corto con laca, zapato plano, medias cristal tupidas y abusar del gris y el beige. Por no hablar que la que no estaba casada era una pobre solterona condenada a ir a bares de puretas.
Sin embargo, ser mayor de 50 años y soltera no son las condiciones exclusivas para ser ‘Swofty’. Estas mujeres tienen unas estrictas reglas para estar en el club: Vestirse para gustarse a sí mismas, luchar por preservar su identidad y anteponer su personalidad ante todo. Siendo puristas ¡hasta Cristina Almeida podría ser una 'Swofty'!