El cine español vuelve a vestirse de gala en su gran fiesta anual: La entrega de los Premios Goya. La ceremonia de los galardones de la Academia Nacional alcanza este sábado 36 años de historia y cuenta en su haber con un buen ramillete de momentazos y anécdotas que quiero repasar para ustedes.

Revisitar la primera edición de los premios resulta sonrojante por lo modesto del evento y la inocencia e inexperiencia que rezuma aquella primera gala. Entre los invitados de aquella ceremonia destacaban Alaska, Sara Montiel, Marujita Díaz o Gunilla Von Bismark. El primer premio que se entregó en aquella ocasión fue para el Rey Juan Carlos a modo de homenaje, que presidió el evento junto con doña Sofía.

La edición del año 2000 coincidió con el 32 cumpleños del entonces Príncipe de Asturias, que presidió la ceremonia. Para celebrar tan bonita coincidencia el actual monarca contó con un regalo impagable: El mismísimo Pedro Almodóvar le cantó, emulando a Marilyn Monroe, el “Cumpleaños Feliz” desde el escenario.

Dos de las mayores estrellas de Mediaset, Santi Millán y José Coronado, protagonizaron un momento histórico cuando se dieron un morreo de impresión sobre el escenario. El presentador de ‘Got Talent’ y el protagonista de ‘Entrevías’ se fundieron en un 'filetazo' en la edición de 2009 que copó todos los titulares del día siguiente.

Otro momentazo LGTBIfriendly de la historia de los premios vino de la mano de Dani Rovira, presentador de la gala en 2017. El malagueño se calzó dos zapatos de tacón con los que quería reivindicar la igualdad, aunque las feministas que acabaron protestando contra el gesto. Antes de este momento, al comenzar la gala se escuchó un "¡guapo!", que exclamó su entonces novia Clara Lago.

Los nervios pueden jugarle una mala pasada a cualquiera y eso es lo que le pasó a Adriana Ugarte cuando tenía que entregar el Goya al ganador de la Mejor Canción. La actriz pronunciaba el nombre de la canción de 'Los niños salvajes' cuando en realidad la ganadora era el tema compuesto para ‘Blancanieves’. Mientras Adriana pedía "perdón por el error", su compañero, el actor Carlos Santos añadía: "Vaya momentazo".

La alfombra roja de los Goya sirvieron para dinamitar el efímero romance de Álex González y Chenoa. Aquella noche supuso el fin a su romance según contó la mallorquina mucho tiempo después: “Aquella noche surrealista -en referencia a la gala de los Premios Goya de 2006- terminó en un mal rollo extrañísimo, porque yo no tenía que ver con que las cámaras me persiguieran a mí. Aquello puso la incapacidad de Álex para aceptar que era el novio de alguien famosa y se convirtió en un reproche continuo”. La versión oficial de su ruptura, por motivos laborales y complicaciones de agenda, quedó como una gran mentira tras las revelaciones de la mallorquina.

La emoción de entregar un Goya acabó con el premio del equipo de efectos especiales de “Mortadelo y Filemón” roto y por los suelos. El actor Javier Gutiérrez se tropezó cuando iba a entregárselo, con tal mala suerte que ‘El Cabezón’ cayó al suelo y se partió en dos. Rápidamente, los organizadores trajeron otro y la cosa quedó en una anécdota.

Silvia Abril y Andreu Buenafuente hicieron todo un espectáculo durante su presentación de la gala de los Goya del 2020 que les ha servido como pasaporte para repetir este año. Durante la entrega al Goya al mejor diseño de vestuario Silvia Abril protagonizó un sketch en el que aparentemente se quedaba en ropa interior por un accidente con su vestido. En ese justo instante, Andreu le decía “Te quiero” a su esposa y se arrancaba de cuajo el traje que llevaba dejando a la vista lunos calzoncillos blancos con dibujos de los Goya.

La ceremonia de entrega de 2003 pasará a la historia como la del "No a la guerra". Los premiados y presentadores levantaron ampollas entre la clase política por las críticas a la colaboración del Gobierno de Aznar en las misiones americanas en el Golfo Pérsico. Aquel año una de las premiadas fue Lolita Flores.

La pandemia obligó a que la gala del 2021 fuese telemática. Ya saben, con los actores en su casa y con mucho Skype y mucha videoconferencia. Esta edición tan doméstica nos regaló momentos para la posteridad como que Mario Casas estuviese vestido de punta en blanco pero, en un homenaje involuntario a Carmen Sevilla, con pantuflas en los pies. Las zapatillas eran de Batman, por cierto. ¡Y se llevó el premio!