La Gran Vía madrileña acoge desde finales de septiembre el maravilloso montaje de ‘El Guardaespaldas’, inspirado en la película y las canciones de Whitney Houston, que protagonizan Maxi Iglesias e Iván Sánchez junto a Fela Domínguez. La obra narra la historia de amor de una estrella del pop que acaba enamorado del escolta que vela por su seguridad. La historia resulta del todo verosímil: No son pocos los famosos que sucumbieron a los atributos de quienes empezaron guardando sus espaldas y acabaron custodiando el resto de sus cuerpos.
El caso más famoso fue el de Daniel Ducruet y Estefanía de Mónaco. La princesa monegasca se quedó embarazada de su guardaespaldas en 1992. En 1994 tendrían otra hija y un año después se casarían, aunque en 1996 la historia acabó de forma abrupta cuando pillaron al escolta salvaguardando las partes púdicas de otra mujer que no era la intérprete de 'Ouragan'.
Un guardaespaldas no fue suficiente para Estefanía y la hija de Rainiero y Grace Kelly reincidió con otro escolta: su tercera hija, Camille Maria Kelly, es fruto de su relación con otro de los encargados de su seguridad, Jean Raymond Gottlieb.
El modisto Karl Lagerfeld también tiene su historia con el hombre que lleva su seguridad, Sebastien Jondeau. Llegó a la vida del Káiser por casualidad y en tan solo unos años ha pasado de ser uno de los muchos modelos que desfilan para Karl Lagerfeld a transformarse en su principal hombre de confianza, siempre perfectamente arreglado, discreto y dispuesto. Este ex boxeador es mucho más que un guardaespaldas al uso. Por ello, tanto él como el diseñador alemán prefieren definir su trabajo bajo el término asistente personal. Guiño, guiño, codazo, codazo.
Heidi Klum también forma parte del club de famosos rendidos a sus escoltas. Tras su divorcio con Seal, la guapísima rubia tardó bien poco en dejarse ver junto a su guarda protector. El cantante con el que estuvo casada siete años reaccionó de manera inmediata y aseguró que este romance no le pillaba de sorpresa: “Hubiese deseado más clase por parte de Heidi y que esperara a que nos separáramos antes de comenzar a fornicar con el servicio", declaró.
Otra celebrity que se fia bien su escolta es nuestra Scarlett Johansson. Los paparazzi pillaron a la actriz retozando con uno de los hombres de su equipo de seguridad. Siempre podría ser que se trate de un escolta muy servicial que le proporciona abrazos sinceros mientras le ayuda con la crema bronceadora, porque como he dejado bien claro no soy ni malpensado ni maledicente.
Diana de Gales también tuvo una historia de amor con uno de sus ‘gorilas’. Según la prensa sensacionalista la que hubiera sido suegra de Kate Middleton afrontó los cuernos de su marido con Camilla Parker enrollándose con su jefe de seguidad, Barry Mannakee. En 1987 la Casa Real británica le cesó en su puesto. Marcando un macabro precedente, el escolta murió poco después en un sospechoso accidente de moto.
Britney Spears, también princesa, pero del pop, mantuvo un tórrido idilio con uno de las personas encargadas de su seguridad tras su separación de Kevin Federline. Este escolta, además, ha rentabilizado el affaire contando a los medios todos los detalles e incluso ha llegado a amenazar a la cantante con mostrar las fotos subidas de tono que ésta le enviaba al móvil.
Romances pendientes de confirmación
Algunos idilios entre famosas y sus guardaespaldas nunca llegaron a ser confirmados, aunque todos los indicios apuntan a que estos escoltas hacían horas extras no remuneradas en las alcobas de sus jefas. La prensa extranjera publicó en 2007 unas incómodas fotografías de Angelina Jolie junto con uno de los responsables de su seguridad. “¿Demasiado cerca?” se preguntaba entonces la revista ‘Star’ en portada que publicaba las imágenes del romance en páginas interiores.
La Otra Crónica de El Mundo hizo tambalear el matrimonio de Borja Thyssen y Blanca Cuesta con unas informaciones que apuntaban a que la enemiga número uno de Tita Cervera había engañado a su hijo con uno de sus guardaespaldas (que no es la persona de la foto). La baronesa, convencida de que el primogénito de Blanca es hijo del escolta y, por tanto, desconfía de la genética de su presunto nieto mayor solicitó a Borja que se hiciese las pruebas de ADN. Éste no accedió.