Las revistas del corazón de alta gama de los años 90 las copaban señoras divertidísimas y excesivísimas de alta sociedad que nos enseñaban sus casas, acudían a festivales benéficos recargadas con sus mejores joyones y hablaban sin reparo de su vida familiar. Por desgracia estas personalidades han cedido terreno a sosísimas modelis enrolladas con futbolistas o actrices de series de televisión, clónicas entre sí, liadas con cantantes y triunfitos que no hablan a la prensa “para proteger su intimidad” pero tuitean hasta cuando tienen descomposición estomacal. ¿Qué ha pasado con la gente que conocíamos como ‘jet-set’? ¿Dónde están hoy en día Gunilla, Cuqui Fierro o Lita Trujillo? ‘Oteradas’ te lo cuenta.
Gunilla, la reina de Marbella
Empezamos este repaso por la musa absoluta de la época dorada de Marbella, Gunilla Von Bismarck. Todos la recordamos eternamente bronceada, con tarifa plana de tinte rubio y de fiesta continua junto a su ex marido, Luis Ortiz. Pues bien, todo sigue igual salvo el último punto: "A las boites ya no voy, porque ya no me encuentro con la gente que quiero", explicaba hace unos meses la teutona. "Dormíamos por el día y estábamos de fiesta hasta el amanecer. Eso ya no lo hacemos. Yo me levanto todos los días a las ocho", desvela.
La bisnieta del canciller Otto Von Bismarck se dedica ahora a viajar por el mundo: “Vivo entre Suiza y Los Angeles, donde se instalaron mi hijo, mi nuera y su bebé. Cuando vengo a Marbella voy a casa de amigos o de mi hermano”, informa., Nuestra Guni no cree que tenga que justificar su hedonista modo de vida: “Que la gente crea lo que quiera. ¡A mí que más me da! ¿Vivo de un sueldo público? No. ¿Me pagan los que me censuran? No. ¿Debo algo a alguien? No. Pues eso, que me dejen tranquila”. Simplemente ma-ra-vi-llo-sa.
Lita Trujillo, arruinada
Compartió cartel en películas junto a Paul Newman, mantuvo un tórrido romance con Anthony Queen, en los 60 se hizo habitual de las fiestas marbellíes… Sin embargo la musa de la jet y viuda de Ramfis Trujillo, el hijo del dictador dominicano, pasa ahora por un momento económico complicado: completamente arruinada ha tenido que abandonar su palacete en La Moraleja para irse a un pisito de 200 metros cuadrados: “No salgo de mi asombro de todo lo que estoy viviendo en los últimos meses. Nunca pensé que podría verme en estas circunstancias”, dice.
Lita lamentaba recientemente al diario 'El Mundo' que sus amigos de alta sociedad parecen haberse olvidado de ella: “Todo el mundo ha perdido su móvil últimamente”, declaraba. Sin embargo, aunque ya no tenga Rolls en la puerta de su casa, personal de servicio a sus órdenes o fiestas de postín en Puerto Banús, Lita no se rompe y amenaza con un libro de memorias: “Que se echen todos a temblar”. Deseandito estamos de saber qué puede contar esta grande entre las grandes.
El drama de Cuqui Fierro
La imagen de Cuqui Fierro me hipnotizaba cuando de pequeño devoraba con pasión las páginas de la revista ‘Hola’. Aquella señora ultramaquillada, entrada en carnes, con el pelo a tope de laca resultaba del todo fascinante. Ha pasado un cuarto de siglo y Cuqui sigue exactamente igual. Sin un linaje dinástico que la avale, esta musa de la alta sociedad madrileña no oculta su falta de pedigrí: “Conozco a muchas aristócratas que son encantadoras, pero otras te miran por encima del hombro porque a tu abuelo no le mató con una lanza el Cid Campeador. ¡Oye guapa! Que mi padre salió de la nada y luchó para lograr todo lo que consiguió”. Granda es poco.
Cuqui ha pasado por momentos muy duros que la han retirado de la vida social y los oropeles: En 1996 fallecía su hija Marta y el 2012 perdió a otro vástago, José Manuel, víctima de un cáncer. “No me apetece hacer fiestas grandes. He pasado una racha muy mala, los dos primeros meses lo viví con valentía, pero luego caí en picado, no me apetecía ni salir ni entrar”. ¡Mucho ánimo Cuqui!
Marta Chávarri, hagas lo que hagas… ¡ponte bragas!
Hija de diplomático y bisnieta del conde de Romanones, Marta Chávarri fue la primera ‘it-girl’ española. Su melena rubia y su elegancia natural conquistaron a la alta sociedad de los 80 y los 90, que la nombró ‘Lady España’ cuando ostentaba el título de ‘Marquesa de Cubas’. No faltaron escándalos como sus infidelidades a Fernando Falcó con Alberto Cortina o aquella vez que la pillaron en una discoteca sin bragas.
Tras su retiro voluntario de vida pública pasó por momentos complicados: tuvo varios ingresos en la López Ibor y un accidente doméstico que le desfiguró el rostro el pasado año. Ahora ha recuperado la tranquilidad de antaño. “Estoy feliz y tranquila con mi vida. Me dedico a pintar y a estar con la gente que quiero. Nada más”. Su hijo Álvaro, uno de los solteros de oro, es su mejor apoyo.
Pitita Ridruejo, la amiga de la virgen
La elegancia, la educación, la combinación perfecta entre los valores tradicionales y el respeto a los nuevos tiempos tiene un nombre: Pitita Ridruejo. Aunque cada vez la vemos menos, todavía sigue asistiendo a los cócteles más ‘chic’ de las fiestas de sociedad. Entre sus amistades figuran nombres tan variados como la duquesa de Alba, Alaska o Tamara Falcó. Esta viuda de diplomático, que cuenta ya con 84 primaveras, dedica su tiempo libre a investigar sobre las apariciones marianas: El año pasado publicó un libro sobre este tema.
Las que siguen en activo: Cari, Nati, Isabel, Carmencita…
No todas las reinas de la ‘jet set’ de siempre han caído en el olvido. Algunas musas de las revistas del colorín de toda la vida resisten el envite de las aburridísimas Paulas Echevarrias, las prescindibles Ursulas Corberós o las evitables Mirandas Makaroffes de turno. Nati Abascal, Cari Lapique, Carmen Martínez Bordiú y especialmente Isabel Preysler continúan siendo un reclamo para cualquier evento social que se precie y sus exclusivos posados en las revistas del corazón siguen cotizando al alza. ¡Y que sea por mucho tiempo!