La infancia se asocia comúnmente a una época inocente y feliz. Por desgracia no siempre es así y son muchos niños los que sufren situaciones de desamparo, soledad y tristeza. Cada vez son más famosos los que se sinceran y relatan sin reparos espisodios desagradables en sus primeros años de vida. El último ha sido Miguel Bosé, que ha relatado que tuvo una infancia “muy atormentada, solitaria y hermética" que pronto veremos en una serie autobiográfica.
"Fue una familia de personajes muy fuertes, un torero por una parte, y todo el peso del neorrealismo en mi madre. Además, todas las cacerías, fiestas, amigos, affaires me afectaron como niño y tuve que absorber todo esto. Nadie apostaba a que un niño con 'figuras más grandes que la vida', Lucía Bosé, la mujer más guapa del mundo, y Luis Miguel Dominguín, el más exitoso y deseado de los hombres, pudiera sobrevivir a todo esto", cuenta.
La infancia de Sofía Suescun cuenta con episodios igualmente tristes. Según contó en el programa de Telecinco 'Volverte a ver', su padre era un maltratador y ella presenciaba las palizas que le propinaba a su madre. La pamplonesa volvió a relatar estos duros pasajes de su biografía en su paso por GH Dúo, concretamente cuando realizó la “curva de su vida”.
Los primeros años de Los Javis tampoco fueron un camino de rosas. Javier Calvo y Javier Ambrossi confesaron a Jesús Calleja en su programa de Cuatro el duro camino de su niñez. “Vengo de una familia de adolescentes. Mi madre me tuvo con 18 años. La separación de mis padres me afectó muchísimo. De hecho, todas las movidas mentales que tengo vienen de ahí”, confesó Javier Ambrossi, hermano de la también actriz Macarena García. Por su parte, Javier Calvo contó en el mismo espacio que gracias a su abuela Lola tuvo una infancia más feliz, aunque también tuvo que lidiar con su padre. “Con mi padre he tenido una relación difícil. Mi padre era muy serio, muy exigente. Ha cambiado mucho y nuestra relación ha recorrido un camino muy bonito”, explicó ante las cámaras.
Otro gran triunfador de los medios, Jorge Javier Vázquez, tampoco recuerda con una sonrisa sus años de colegio. “mi infancia no fue idílica", cuenta. “Crecí bajo las órdenes de un padre severo que en los estudios no me dejaba pasar ni una porque quería que consiguiera lo que él no logró: estudiar en la universidad. A esa tensión se le sumaba la angustia de sentir, en esa España gris, que me gustaban los niños en vez de las niñas. Cuarenta años después sigo recibiendo el mismo tipo de insultos".
Ahí donde ven a Omar Montes, con sus cadenas de oro y su particular lenguaje, tiene una historia vital infeliz. La niñez del de Pan Bendito resultó especialmente dura. Montes ha contado en más de una ocasión que su madre lo tuvo muy joven y tuvo que criarse con su abuela. Su padre nunca lo quiso y tiene, además, unas hermanas mayores que lo han repudiado. Por si fuera poco, le tocó vivir la tragedia de cerca con la muerte de su prima, a la que siempre había estado muy unido, a consecuencia de un accidente de tráfico. El joven entró en depresión y, además, tuvo fuertes enfrentamientos con sus compañeros de colegio.
El acoso escolar también estuvo presente en la biografía de Asier Etxeandia. El actor contaba hace unas semanas en “Planeta Calleja” el calvario de sus primeros años: “Me hacían bullying de cojones. Era la mezcla de niño que lo tenía todo. No estudiaba, jugaba solo, tenía mi pluma… Me esperaban 5 o 10 niños cada día para zurrarme en el colegio”.
El padre de Cristiano Ronaldo tampoco era un deshecho de virtudes que digamos. Según cuenta el futbolista, su progenitor era un adicto al alcohol que tenía a su familia abandonada. El esfuerzo de su madre y las piernas de oro del portugués consiguieron sacar a la familia de la marginalidad.
Los niños de buena cuna también sufren. Cayetano Martínez de Irujo recibía este mismo verano a un programa de televisión al que relató episodios dramáticos de su niñez. Tras la traumática muerte de su padre su madre, la Duquesa Cayetana de Alba, contrató a una niñera que le daba palizas de impresión. Las secuelas de aquello siguen provocando que el jinete vaya a terapia.
La especial sensibilidad de Nacho Duato le costó al bailarín una niñez complicada, ya que su padre reprobaba la personalidad y el talento de su hijo. “Lo peor es que tu padre se avergüence de ti. No lo culpo a él, no culpo a mi familia. Culpo a la dictadura y a aquella España. Mi padre era afable y simpático. Pero era presidente de Acción Católica, fue gobernador civil, venía de una familia conservadora y tener un hijo que quería ser bailarín y al que ya veía con aquel ramalazo...", cuenta con amargura al recordar que jamás acudió a verlo bailar en sus primeros años de danza.
La periodista Nieves Herrero contó hace unos meses un triste capítulo de abusos sexuales por parte de un amigo de su familia durante su infancia. La veterana periodista se sinceró en una entrevista en con el diario 'Público': “Recuerdo sus manos y sus cosquillas. Sus cosquillas que no tenían que existir porque llegaban donde no tenían que llegar. Eran manos de plomo, manos que pesan. Desde entonces siento que hay manos de plomo que pesan en el alma", declara en su desgarrador testimonio.
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