Los hijos de Isabel Gemio han crecido: la vida adulta de Gustavo y Diego Manrique
Isabel Gemio siente pasión por sus dos hijos. Basta con asomarse al perfil de Instagram de la querida presentadora para descubrir la faceta más familiar de la extremeña. El trío forma un núcleo familiar muy fuerte en el que las adversidades como el distanciamiento con el padre de ambos, el cubano Nilo Manrique o la enfermedad del mayor de ellos los mantienen aún más unidos.
El hijo mayor de la eterna presentadora de 'Sorpresa, sorpresa', Gustavo, fue adoptado por ella y su ex marido en Guatemala en el verano de 1997 al poco tiempo de comenzar su relación. El proceso no fue sencillo, ya que Gemio tuvo que superar numerosas trabas burocráticas. Además, la presentadora estaba en la cresta de la ola y el proceso ocupaba las portadas de las revistas del corazón de la época.
Esos mismos medios confirmaban tan solo dos años después de la adopción del pequeño Gustavo la noticia de que la presentadora esperaba con su esposo cubano un hijo biológico. Según las publicaciones del papel couché, la felicidad de la pareja era total y Diego nacía el 30 de enero de 1999 en una clínica madrileña.
Sin embargo Isabel había recibido un duro palo vital a finales del verano anterior. Embarazada de cinco meses, los médicos le confirmaron que su hijo Gustavo sufría una enfermedad incurable: distrofia muscular. "A pesar de no conocer su significado, aquellas dos palabras sonaron en mi cerebro como un golpe oscuro. Sentí cómo mi alma caía por un agujero negro, y por unos segundos, la vida no estuvo allí, se ausentó de mi cuerpo. No es exageración, algo de mí murió aquel día", ha declarado la presentadora.
Las cosas siguieron complicándose y pocos años después comenzaría un tortuoso divorcio de su marido que concluiría en el año 2005. Gustavo pasaba largas temporadas en el hospital, necesitaba de constantes cuidados y vivía postrado en una silla de ruedas. Al mismo tiempo, la comunicadora intentaba que su hijo pequeño tuviese una infancia lo más normal posible. Los dos hermanos mantienen un vínculo inquebrantable: “Yo si pudiera, te daría mis piernas”, le dijo en una ocasión Diego a Gustavo cuando eran unos críos.“Su relación es preciosa. Hemos vivido cosas maravillosas, de mucho amor. Entre los tres hemos construido un muro ante el dolor”, explica Isabel.
A pesar del enorme problema de Gustavo y de las complicaciones de la separación del padre de ambos, los tres forman una familia feliz y atípica. Gustavo tiene una novia que conoció en el centro de rehabilitación al que acude y Diego, veinteañero, estudia Diseño. Según le contaba a Toñi Moreno hace un año en un programa de la televisión andaluza, han abandonado la capital para instalarse en una casa en la afueras: “La he adaptado para que Gustavo pueda estar allí con su novia y mi hijo Diego se ha traído a un amigo”
Isabel, por su parte, ha vuelto al periodismo y se ha reinventado como Youtuber con el canal “Next TV” en el que se habla sin censura ni miedo. “Es un lugar donde me siento más libre y más cercana que nunca”, asegura. Allí entrevista en profundidad a personalidades del mundo de la ciencia, la cultura y la sociedad que arrojan luz sobre algunos temas que se tratan de manera sesgada en otros medios.
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