La vida puede marcharse de un plumazo. Hace un año que el mundo del deporte llora sin consuelo la muerte de Kobe Bryant. El as del baloncesto fallecía el 26 de enero en un accidente de helicóptero junto a su hija con poco más de 40 años y todavía en activo. No es la única vez que hemos llorado la desaparición de celebridades que dejan este mundo antes de lo previsto.
El pasado 1 de junio de 2019 el deporte español vivía su particular pérdida. José Antonio Reyes falleció en un accidente de tráfico a los 35 años de edad. Casado y padre de tres hijos, el delantero había disfrutado de una carrera deportiva de impresión: Real Madrid, Atlético de Madrid, Sevilla F.C. Su viuda aún lo sigue llorando en las redes sociales.
Tan sólo unos meses antes el corazón se nos había encogido con la pérdida de nuestro ídolo de juventud, Luke Perry. El actor de Sensación de Vivir, que iba a reunirse de nuevo con sus compañeros en una secuela de la serie, padeció un terrible infarto cerebral masivo.
En 2018 se quitaba la vida en un hotel de los Emiratos Árabes el DJ Avicii. Auténtico rey de la música electrónica, que pasaba por episodios depresivos y tenía problemas de adicción, se suicidó con el cristal de una botella rota. La desaparición del joven, de tan solo 28 años, impactó sobremanera a toda una generación.
El mundo de la moda aún llora la marcha de Bimba Bosé y David Delfín. Amigos inseparables en vida, partieron con tan solo unas semanas de diferencia en el año 2017, víctimas ambos del cáncer. Bimba falleció con 41 años el 23 de enero. Por su parte, David lo hacía el 3 de junio con tan solo 46 años.
Meses antes el mundo de la farándula lamentaba la muerte de Cristina Ortiz, La Veneno. Cantante, actriz y vedette, se hizo famosa en el programa "Esta noche cruzamos el Mississippi" cuando ejercía la prostitución en el Parque del Oeste de Madrid. El análisis forense confirmó que la artista falleció por una caída accidental en su domicilio.