La tercera ola de la pandemia está obligándonos a todos a extremar precauciones de cara al coronavirus. Autoconfinamiento, reducción de contactos sociales, distancia social, teletrabajo… Sin embargo, no todos pueden cumplir estas normas a rajatabla. La reina Letizia es una de esas personas: sus obligaciones de Estado conllevan reuniones, encuentros y recepciones. Por ese motivo, desde el estallido de la tercera ola de contagios, la soberana ha tomado una decisión para protegerse del virus en estas citas.
La iniciativa de doña Letizia para mantener su agenda y su seguridad en estos momentos ha sido la de cambiar las mascarillas quirúrgicas por otras de mayor protección, en concreto las FPP2. Desde el inicio de la pandemia, hace casi un año, siempre habíamos visto a Letizia con mascarillas quirúrgicas, las más sencillas, económicas y cómodas del mercado.
Desde el pasado mes de diciembre, la reina ha decidido incrementar las medidas de protección. Previsora e informada, Letizia cambió al modelo de mascarillas que autoridades sanitarias de toda Europa empiezan ahora a recomendar.
Letizia comenzó a utilizar de manera regular las mascarillas FPP2 en el viaje humanitario a Honduras que realizó antes de Navidad. Desde entonces, éste ha sido el modelo con la que la hemos visto en absolutamente todos los actos públicos a los que ha acudido: la Pascua Militar, la reunión del Comité de Dirección de la Fundación Telefónica, una visita a Cáritas o el Consejo Estratégico del proyecto 'Mujer e Ingeniería', entre otros.
Hasta esta tercera ola, doña Letizia había sido una habitual de las mascarillas quirúrgicas. Mientras otras reinas europeas como Máxima de Holanda se han dejado ver con otros modelos más 'fashion', Letizia optó por priorizar la austeridad en con este gesto.
Las autoridades sanitarias apuntan que el modelo escogido por Letizia en el último mes filtran también el aire inhalado, lo que significa que además de proteger a otros, protegen al propio usuario de las partículas de su entorno. En la memoria colectiva queda cuando las mascarillas FFP2 fueron criticadas por Fernando Simón y sus medios de comunicación afines calificándolas erróneamente de "egoístas" cuando fueron repartidas gratuitamente por la Comunidad de Madrid.
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