Madonna se aburguesa: sus polémicas ya no son lo que eran
Madonna tiene asegurado de forma vitalicia el título de 'Reina del Pop'. Después de 30 años de carrera harían falta otras tres décadas para igualar su influencia y su legado. Vaya por delante que, quizás, no habría relevo posible en su trono. Sin embargo, las últimas polémicas de la tonadillera de Detroit, de 54 años, huelen algo caducas y reiteradas. Pechos fuera, poses lésbicas, polémicas con la iglesia y con la derecha francesa... Ya no hay rebeldía en sus detalles, más bien se nota que conoce la mecánica de lo mediático e intenta sacarle partido con travesuras de adolescente.
Pechos fuera
El punto de partida de esta teoría encuentra su mejor exponente en el momento de la pasada primavera en el que la madre de Lourdes María, filátropa malauí y escritora de cuentos de niños se sacó un pecho en pleno show sin venir a cuento. La diva ya escandalizó las fantasías eróticas de medio mundo en 1992 y Sabrina hizo esto mismo en la Nochevieja de 1988. ¿Hacía falta volver a este truco en los albores de sus 54 cumpleaños?
Con la Iglesia hemos topado
Otra repetición en la que ha caído la ex señora Ritchie ha sido la de intentar llamar la atención usando la iconografía religiosa católica. Cuando apareció en la escena musical al principio de los 80 ataviada con rosarios y crucifijos "porque había un tío bueno en ellos", según dijo entonces, la idea resultó del todo rompedora.
A finales de aquella década consiguió que el Vaticano prohibiese su videoclip ‘Like a Prayer’ en la que se enrollaba con un San Martín de Porres en una iglesia. En 2006 volvió por sus fueros crucificándose en directo…. Seis años después, en su vídeo ‘Girl Gone Wild’ aparece llorando como si fuera una virgen pidiendo perdón por sus pecados.
Tijeritas lésbicas
Otra forma de provocar es la del lesbianismo, una fantasía erótica de medio planeta. Mientras hace diez años era un golpe de efecto en toda regla, como cuando se besó en plena entrega de premios de la MTV con Britney Spears y Christina Aguilera, ahora resulta repetitivo.
¿Material Girl o cantautora de izquierdas?
Otro punto de ‘aburguesamiento’ de su discurso radica en los mítines políticos que incluye en sus shows sin venir a cuento y alejados de la idea de la esencia del pop de la que se le presupone reina. Si bien la música pop puede ser un motor de avance social, no funciona si se ve l plumero mediático. Sin ir más lejos, el 'Girl Power' de las Spice Girls hizo mucho por los derechos de la mujer y su igualdad.
Sin embargo Madonna, que antes era puro pop y ‘material girl’, ahora acostumbra a introducir mítines políticos en sus conciertos que aburren al personal hasta el extremo. El hecho de que después de cantar ‘Like a Virgin’ te encuentres con una proyección de Marie LePen o que después de entonar ‘Open Your Heart’ empiece a hablar de los valores democráticos franceses son un corta rollos en toda regla.
Guerra con Lady Gaga
Durante toda la carrera de la Ambición Rubia han surgido figuras pop que amenazaban con desestabilizar su trono en el pop: Cyndi Lauper, Paula Abdul, Courtney Love, Britney Spears… Madonna siempre resultó vencedora ninguneándolas. Sin embargo la irrupción de Lady Gaga ha generado un peligroso precedente: la tonadillera de Detroit se ha puesto nerviosa y temerosa.
Para ello ha iniciado una campaña de desprestigio algo pueril consistente en acusarla de plagio o ridiculizando sus canciones en su último espectáculo y gritando tras ello ‘She is not me’ (Ella no es yo). Ella debería estar por encima de todo esto que para algo es Madonna y lleva 30 años de carrera incuestionable.