Maria Teresa Campos se recupera paulatinamente del infarto cerebral que padeció la semana pasada. El ictus es una dolencia extremadamente grave que afecta a 130.000 personas al año. Aunque a veces provoca discapacidades o incluso la muerte, su resultado no siempre es fatal. Hoy quiero recordar a todos esos famosos que, como la veterana presentadora, han conseguido vencer al infarto cerebrovascular y convertirse en iconos de superación. Con una buena gestión médica, rehabilitación y fuerza interior se puede volver a la normalidad.
Silvia Abascal
A pesar de que la edad de María Teresa la sitúa en el grupo de personas con riesgo a padecer una embolia, los jóvenes no están exentos del riesgo. La actriz Silvia Abascal padeció un accidente cerebrovascular con 32 años, cuando se encontraba en el Festival de Cine de Málaga de 2011 mientras se preparaba para pasear por la alfombra roja. La actriz, que relató el proceso de recuperación en su libro ‘Todo un viaje’, cuenta cómo vivió el fatal momento: "De súbito, sentí un tremendo latigazo desde los oídos hasta el mismo centro de la cabeza. Profundo. Violento".
María Escario
La presentadora de la información deportiva de TVE, María Escario, también ha pasado por tan horrible dolencia. La periodista madrileña sufrió un derrame el 13 de febrero de 2012 en los Premios TP de aquel año. “Cuando llegué al photocall, empecé a sentir un dolor inmenso en la nuca y me puse muy mala: se me descompuso todo el cuerpo,me entró una rigidez tremenda en el cuello, se me iban los ojos, vomitaba… Notaba que me estaba muriendo”, cuenta. Escario fue ingresada en la Fundación Jiménez Díaz, el mismo centro en el que se encuentra Teresa Campos. “Mi madre me dio a luz allí el 18 de diciembre de 1959 y, 52 años después, ingresé y me curaron de un ictus”, declara. Desde entonces la comunicadora ha dejado de fumar, se cuida mucho más y evita las preocupaciones.
Sharon Stone
Sharon Stone también ha pasado por tan desagradable diagnóstico. Fue en el año 2001 y la actriz recuerda que se sintió mal durante tres días y acudió al servicio de urgencias, allí le dijeron que había sufrido un derrame cerebral. “La hemorragia era tan fuerte que mi cerebro había sido empujado hacia la parte delantera de mi cara", declara. Los cirujanos repararon la arteria con 22 espirales de platino. La actriz salió tartamudeando del hospital e incapaz de leer. Además tuvieron que pasar meses para que recuperara la sensibilidad de su pierna izquierda y un año hasta que finalmente consiguió que su visión volviera a la normalidad.
Jaime de Marichalar
Especialmente mediática fue la isquemia cerebral que padeció Jaime de Marichalar en las navidades de 2001, cuando tenía 38 años. El entonces marido de la Infanta Elena se encontraba practicando bicicleta estática en el gimnasio de Madrid al que asiste con regularidad cuando sufrió un desvanecimiento. El ex duque de Lugo aún tiene secuelas visibles. Lo vemos en su manera de caminar, que lo hace apoyado en un bastón que le ayuda a no perder el equilibrio.
Alberto Contador
El ciclista Alberto Contador sufrió un una hemorragia cerebral a los 21 años, mientras disputaba una etapa de la Vuelta a Asturias, en mayo de 2004. Según cuenta, tuvo un aviso días antes, aún en Madrid, sintió un fuerte dolor de cabeza pero no acudió al hospital. Jornadas después en plena carrera ciclista el deportista notó que se le iba la vista y se dejó caer en el pelotón donde comenzó a convulsionar. Por suerte se recuperó y tras aquel episodio su palmarés cuenta con dos Tours de Francia, dos Giros de Italia y tres Vueltas Ciclistas a España.
Montserrat Caballé
La soprano Montserrat Caballé también sufrió un ictus de carácter leve en 2012. El infarto cerebral se le sobrevino a la diva de la ópera con 79 años cuando se encontraba de gira en Rusia: Sufrió un desvanecimiento que le causó la rotura del húmero la caer el suelo, tras lo cual suspendió sus compromisos y fue trasladada al hospital Sant Pau de Barcelona donde estuvo ingresada diez días.
Joaquín Sabina
También sufrió un ictus Joaquín Sabina. En agosto del 2001 el cantante sufrió un accidente isquémico leve del que se recuperó a una gran velocidad. Esto le obligó a llevar una vida más ordenada y, por fortuna, no le quedó ninguna secuela.