Jesús Mariñas, adiós al pionero de la información mordaz del colorín
El fallecimiento de Jesús Mariñas deja huérfana a la información social y de crónica rosa española. Se marcha un periodista culto, lenguaraz y divertido que con su fina prosa y una mordacidad heredera del mismísimo Quevedo transformó la manera de tratar los ecos de sociedad para convertirlos en un lugar donde la información y la ironía se encontraban con suma maestría.
Comenzó sirviendo cafés en un periódico en La Coruña
Nacido en el seno de una acomodada familia de La Coruña en 1942, comenzó en el periodismo sirviendo cafés en un periódico local hasta que se marchó a Barcelona donde en los años 60 comenzó a colaborar con la revista “Pronto” y allí forjó su particular estilo del que hemos bebido todos los profesionales de la información de cotilleos desde entonces.
Temido y adorado a partes iguales por el famoseo patrio, Mariñas ha sido conocedor y analista de los vaivenes sentimentales de las grandes estrellas de la nación: de Carmina Ordóñez a Encarna Sánchez pasando por Julio Iglesias, la Pantoja y Rocío Jurado (y la vasta estirpe de todos ellos). Ningún famoso tenía secretos para él. Por supuesto, también dominaba los temas de la Casa Real como pocos.
Amenazado por Cela y Encarna Sánchez
La mordacidad de Mariñas le costó terribles enfrentamientos entre los personajes habituales de la información del corazón. En los años 90 fue el encargado de desvelar las pasiones de Encarna Sánchez con las principales tonadilleras del país. Según contó en sus memorias, a la estrella radiofónica no le gustaron sus revelaciones y ésta le amenazó de muerte. Incluso uno de sus fans llegó a golpearle en la cabeza.
Mariñas también ha tenido que lidiar con los ataques de los seguidores de la Pantoja, que no perdonaban las crónicas en las que hablaba de “los bigotes de Isabel y de su madre”. “Sus fans intentaron apalearme en un concierto de Isabel en Barcelona y tuve que ser escoltado", recordaba en sus memorias. También fue mítico el puñetazo que Cela le propinó cuando desveló que Marina Castaño no podía tener hijos.
Periodista todoterreno
Pródigo en todos los formatos de comunicación, sus colaboraciones radiofónicas y sus columnas en prensa escrita lo hicieron tremendamente popular pero su salto definitivo a la fama absoluta le llegó en los años 90 de la mano del mítico programa “Tómbola”. Sus históricos enfrentamientos con Karmele Merchante, que estaba en sus antípodas ideológicas, hicieron viral antes de la llegada de Internet la coletilla de “Que te calles, Karmele” que todavía hoy se sigue recordando. Más allá de aquel programa, el gallego era habitual en programas históricos como “Día a Día”, “¿Dónde estás, corazón?” o “Sálvame”. En prensa ha estado escribiendo en “La Razón” desde 1998 hasta el final de sus días.
Elio, su gran amor
A pesar de haberse ganado la vida hablando de las intimidades de los demás, Mariñas ha tenido una vida más o menos discreta. Jesús conoció a su viudo, el fotógrafo venezolano Elio Valderrama, en 1990 y han estado juntos desde entonces. Se conocieron en la Gran Vía de Madrid cuando Jesús paseaba con su pareja de entonces (Isidro, con el que guarda buena relación y con el que estuvo 16 años) y Elio paseaba con un amigo común: el flechazo fue instantáneo y desde entonces jamás se separaron ni personal ni profesionalmente. A pesar de la estabilidad de su relación, Mariñas y Elio no se casaron hasta 2016.
Gay, moderno y de derechas
Jesús ha roto desde siempre el tópico de que los homosexuales deben comulgar con los partidos de izquierdas. Votante de toda la vida de los partidos de derechas, siempre ha huido de los cánones sociales: salió del armario en los años 60 y hasta “antes de ayer” la progresía lo ha atacado al grito de “maricón”, su relación con Elio era abierta (Jesús habló sin tapujos de sus noches de pasión con Rafael Amargo) y defendía las celebraciones del Orgullo “sin verbena”. “Nunca me montaría en una carroza enseñando el culo, igual porque lo tengo caído... Es una cuestión de personalidad, de sentido común”, decía en 2017.
Un hueco irremplazable
El legado periodístico de Mariñas terminará estudiándose en las Facultades de Periodismo y en estos tiempos en los que la crónica rosa se tiñe de color morado costará encontrar reemplazo a su enorme talento. Como él decía de si mismo 'Vivió para vivir' y ¡de qué manera! Gracias eternas, Jesús. Descansa en paz.