Mila Ximénez, eterno icono del papel couché: Marbella, fiestas, lujos y portadas
Tristísima noticia: Mila Ximénez ha fallecido a los 69 años a causa de un cáncer de pulmón cuando hacía justo un año que había anunciado en televisión que padecía esta horrible enfermedad. Acostumbrados a verla en Telecinco y en las revistas, algunos no recordarán que la juventud de la tristemente desaparecida colaboradora de 'Sálvame' contó con capítulos apasionantes.
Una de las épocas más fascinantes de la inolvidable tertuliana fue la de invitada imprescindible de las fiestas de sociedad de los 80 y 90. Aristócratas, empresarios, artistas de todo tipo y ‘bon vivants’ se daban cita en unos fiestones privados de impresión que marcaron la época dorada de Marbella. Mila ejerció como nadie de musa, organizadora y asidua de aquella verbena sin fin de rostros ultrabronceados y ataviados a tope de lentejuelas.
De fiesta en fiesta
Mila llegó a la Costa del Sol de la mano de Manolo Santana y la vivió de manera más intensa con Antonio Arribas, su primera pareja tras su separación. El ‘playboy’ le abrió las puertas del glamour y el desenfreno. Era una época de fiestas continuas de la jet set marbellí que Ximénez recordó siempre con añoranza: “Me levantaba y me iba con Alba y mi amiga Gloria Andión al Club Tenis, después comíamos y, por la tarde, nos íbamos al Marbella Club, donde estaba Jaime de Mora. Por la noche quedaba con Lolita y la gente para cenar. Esa era mi vida diaria en Marbella". Una época despreocupada que, en palabras de Mila, "los problemas, para mí, eran algo superlejano"
Aquellos saraos tenían lugar en locales emblemáticos como “Marbella Club”, “Marisa” o “Los Choris”. Por allí desfilaban Lola Flores, Sean Connery, La Duquesa de Alba o los imprescindibles Alfonso Hohenlohe, Gunilla Von Bismark y la princesa Soraya. Sevillanas, whiskys, botellas de champán, zapateados y romances fugaces eran el pan nuestro de cada noche en aquella época irrepetible de Puerto Banús.
Éxito radiofónico con Encarna Sánchez
Mila Ximénez ejerció de reina de la fiesta y, a la par, de cronista oficial de lo que allí acontecía. Eran los tiempos de su amistad con Encarna Sánchez y la sevillana contaba todos los chismes de la jet-set en su célebre mesa camilla en “Directamente Encarna”. En aquellos tiempos también realizaba aplaudidas entrevistas para el periódico ABC, donde tenía una sección semanal llamada “Café con Mila”. Por allí pasaron personajes de la talla de Leonard Cohen, Plácido Domingo, Boris Becker, Miguel Bosé o Pedro Almodóvar.
Drogas y ruina: "Perdí el timón de mi vida"
El desenfreno interminable de las noches marbellíes terminaron pasándole factura a Mila, que reconoce que aquellos años eran una bacanal de consumo de alcohol y drogas. A finales de los 90, Marbella estaba totalmente devaluada por la gestión de Jesús Gil y Mila se vio en la ruina tras romper profesionalmente con Encarna Sánchez. Los problemas económicos, incrementados por los malos hábitos, le condujeron al momento más duro de su vida: la pérdida de la custodia de su hija Alba. “Perdí el timón de mi vida. Vivía en casas que me iban dejando, pero no recuerdo cómo entré ni cómo salí”, recordaba en 'Gran Hermano'. “Me iba a la Puerta del Sol y vendía plata, pieles. Estaba tan mal de dinero que prácticamente vivía dentro de un coche", relató.
Renacimiento mediático en 'Aquí Hay Tomate'
El ocaso público llevó a Mila a juntarse con amistades poco recomendables, como el falso abogado Emilio Rodríguez Menéndez. Los últimos años de la década de los 90 fueron muy oscuros en la biografía de la colaboradora. Sin embargo, por obra y gracia de 'Aquí Hay Tomate' tuvo un inesperado renacer mediático. Apareció en el histórico programa de corazón desenmascarando a Isabel Pantoja y desde entonces se convirtió en un personaje imprescindible de la televisión de los últimos veinte años: 'Crónicas Marcianas', 'A Tu Lado' y 'Sálvame' devolvieron a Mila el esplendor de antaño y el cariño eterno del público.
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