Las filas del equipo juvenil del TSV Hannover Burgdorf, uno de los mejores equipos de la liga juvenil de Alemania cuentan ya con un miembro de sangre azul: Pablo Urdangarín. El joven, que cumplirá 18 años el próximo 6 de diciembre, empieza una nueva vida profesional centrado en el deporte que tantas alegrías dio a su padre, hoy preso en Ávila, y que lo llevó a participar en dos Juegos Olímpicos. Pero, ¿cómo es realmente Pablo Nicolás Urdangarín?
El segundo hijo de la Infanta Cristina conoció hace unas semanas a sus nuevos compañeros. Siempre se ha hablado del carácter sociable y extrovertido del joven, que destacaba sobre la timidez de su hermano mayor. El sobrino de Felipe VI se ha integrado a la perfección con sus compañeros y, aunque chapurrea algunas palabras en alemán, se comunica con ellos en inglés.
Pablo Nicolás ha heredado la belleza de sus padres. Ojos azules, formas angulosas, abundante cabellera y figura espigada. No han trascendido conquistas amorosas en sus años en Ginebra pero a buen seguro sus romances empezarán a multiplicarse en la ciudad alemana ya que el joven es todo un figurín.
A pesar de que Pablo tiene su Instagram privatizado, es probable que podamos seguir sus andanzas a través de las cuentas de sus compañeros. Los jugadores del equipo, que conviven en una residencia para deportistas, suelen compartir sus juergas en sus redes sociales. Por lo pronto, Pablo y sus compañeros ya se siguen e intercambian mensajes y comentarios.
Uno de sus entrenadores, Heidmar Felixon, confía en el talento de su jugador ‘royal’: “Es un chico normal que aporta talento. Por supuesto, como todos los demás, todavía tiene mucho trabajo por delante. Nuestra tarea es muy simple: queremos desarrollar sus capacidades". Pablo cuenta, además, con el apoyo del segundo entrenador del equipo, Iker Romero. Ex compañero de su padre, el entrenador está ejerciendo de cicerone en la ciudad alemana.
El segundo hijo de Urdangarín se inició en el balonmano en las categorías inferiores del FC Barcelona y siguió practicando su deporte favorito en Ginebra. Es zurdo, como su padre, pero a diferencia de éste, que jugaba de lateral, él lo hace de extremo derecho. "No es atléticamente como el padre, pero está trabajando el físico mucho y pronto se va a notar", señala Iker Romero, que califica a su nuevo pupilo como "un muchacho muy tranquilo, listo y trabajador".