Esto de permanecer recluido en casa no es nuevo para un buen puñado de famosos. Mientras muchos personajes públicos no se pierden un sarao y además utilizan las redes sociales para exponerse de manera continua, otros decidieron en un momento de sus vidas encerrarse en sus casas para salir los menos posible. Y mucho antes del maldito virus y los estados de alarma. Auténticos pioneros en confinamiento.
El caso más popular podría ser el de Isabel Pantoja. La tonadillera tiene en su finca su fortaleza y puede tirarse sin salir de la dehesa meses. Mucho tiempo antes de ingresar en prisión, la reina de la copla ya decidió que su día a día transcurriese encerrada en la finca. Lejos quedan aquellos tiempos en los que la Reina de la Copla entraba y salía, viajaba por el mundo haciendo turismo y organizaba fiestas flamencas hasta el amanecer.
Otro icono español donde los haya, Pepa Flores, también ha encontrado a la paz entre las paredes de su hogar. Retirada en su casa de La Malagueta, la eterna Marisol, disfruta de la vida hogareña y el confinamiento elegido. “Le encanta cocinar, hacer potajes, disfruta con esas cosas”, explica una fuente próxima a la actriz a la revista Vanity Fair. “Esa era su ilusión y lo logró. Cada vez sale menos, y de viajar, ni hablemos porque como ella dice, ya pasó suficiente tiempo con las maletas arriba y abajo”, prosigue.
La cantante Enya tampoco sale de su casa desde hace años. Bueno, quien dice casa dice castillo. A la estrella de la música new age, que ha vendido más de 70 millones de discos, no le gusta salir. Y allí le gusta disfrutar de la soledad: No se le conocen parejas oficiales, no ha tenido hijos y, aunque en teoría no se ha casado, se especuló con ello tras ser fotografiada con un anillo de compromiso.
Camilo Sesto vivió sus últimos veinte años de vida en casi un total confinamiento. Desde el año 2001, en el que se sometió a una operación de hígado hasta su muerte el pasado mes de septiembre, el cantante de “Vivir Así es Morir de Amor” dedicó su vida a la pintura en su casa de Torrelodones. Allí concedía sus entrevistas para evitar pisar la calle.
Greta Garbo puede ser la confinada por voluntad propia más famosa del mundo. En la cima de su carrera, a los 36 años, la Garbo decidió desaparecer y se encerró en un precioso apartamento cerca de Central Park. Rodeada de obras de Renoir, Kandinsky y otros grandes, se convirtió en 'la reclusa más famosa del mundo', aunque eso no evitó que fuese asediada por los paparazzis hasta el día de su muerte.