Una de las metamorfosis más fascinantes del mundo del corazón de los últimos tiempos es, sin duda alguna, la conversión religiosa de Tamara Falcó. La hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, que revalidó su fe la semana pasada confirmándose a manos de Rouco Varela, se ha convertido en un valor en alza en el fascinante sector de las católicas VIPs entre las que se encuentran otras famosas reconocidas por su devoción a las premisas de la Iglesia de Roma como Cuca García de Vinuesa, Paloma Gómez Borrero, María Ostiz, Anita Botella o la desaparecida Carmen Ordoñez, que aseguraba que "en una mano llevo mi verdad y en la otra, la Virgen del Rocío".
La hija más carismática de Isabel Preysler en términos ‘celebs’ combina los saraos, la socialité y las frivolidades con una profunda devoción cristiana que hoy analizamos. Su conversión a la fe cristiana tuvo lugar hace aproximadamente hace dos años. Según confesó a 'El programa de Ana Rosa', su encuentro con la fe tuvo lugar de manera prácticamente casual: “Entré en la Casa del Libro y el único que me llamó la atención fue la Biblia. Cambió mi vida y empecé a leer y a ir a misa”.
Mientras otros famosos hacen el canelo buscando la paz espiritual en religiones rarísimas pero megacools en plan la Cábala (Madonna, no miramos a nadie) o la Cienciología, Tamara ha encontrado la misma sensación de equilibrio en las prácticas espirituales católicas, mucho más españolas y asequibles para todos: “Desde que rezo y voy a misa he cambiado por completo. Me llena”.
Las declaraciones católicas de Tamara nada tienen que envidiar a las budistas de Penélope Cruz, por ejemplo: “Para mí es totalmente nuevo, porque la religión la tenía abandonada y ha supuesto un cambio en mi vida, he encontrado un equilibrio en todos los sentidos y es lo que más me llena”.
Caridad y difusión de la palabra
Según comentaba la cuartogénita de Isabel Preysler, que combina su vocación religiosa con actividades más mundanas como madrina de marcas de joyas o asidua a las fiestas más chic de la noche madrileña, le gustaría presentar en televisión un programa de corte religioso en la línea de “El Día del Señor” o “Testiminio” con fines pastorales.
Asimismo Tamara también acude a un comedor social de la Orden de Malta para ayudar a repartir comida entre los más necesitados y acude a retiros espirituales: Entre presentación y presentación a la hermana de Chabeli le gusta acudir a convivencias marianas para analizar la Buena Nueva Salvadora.
"El Papa es la Pera"
Tamara está encantada con el nombramiento del Papa Francisco para marcar los designios de la Iglesia Católica tras la renuncia de Benedicto XVI. “El Papa es la pera” y en referencia al nuevo Pontífice destaca que “me encantaba el anterior, lo que pasa es que éste es franciscano y tiene como referente a San Francisco de Asís y tal, muy pobre, muy como la vida de Cristo… Es difícil competir con eso”
Tamara comenta, por su parte, que “me gusta que a él le guste la austeridad. A mí me encantaría que me gustara más ser austera pero no puedo. Me gusta demasiado ponérmelo todo encima”. Maravillosa Tamara.
“No descarto meterme a monja”
Aunque no entra en sus planes, Tamara no tendría ningún problema en fichar por alguna orden religiosa si recibiese “la llamada”. Nuestra hija favorita de Isabel Preysler anunciaba en el diario ‘El Mundo’ que su vocación religiosa podría acabar en su ordenamiento seglar. “No descarto meterme a monja si Él me llama”, declara Tamara al periódico del esposo de Agatha Ruiz de la Prada.
Nuestra socialité de cabecera, que seguro que sigue al Papa en su cuenta de Twitter vive la religión de un modo muy actual y digital: Lleva la biblia en el iPhone y visita a diario la página web Evangeli.net, una especie de Divinity.es pero que en lugar de hablar de moda, tendencias y celebs, versa sobre las Sagradas Escrituras.