Mucho más que el Pazo de Meirás: el patrimonio de los herederos de Franco, en cifras
El Pazo de Meirás, emblema inmobiliario del patrimonio de los nietos de Franco, pasa a manos de Patrimonio Nacional. Un juzgado de La Coruña ha condenado a la familia del dictador a ceder al Estado como legítimo propietario la histórica residencia veraniega del dictador. La pérdida del inmueble, cedido al general durante la dictadura, merma considerablemente el registro de bienes de los Martínez Bordiú. Sin embargo, Carmencita, sus hermanos y los hijos de todos ellos aún mantienen un buen puñado de interesantes propiedades que superan los 500 millones de euros.
Una vez perdido el Pazo de Meirás, la joya de la familia se encuentra en el edificio de la madrileña calle de los Hermanos Bécquer, en el barrio de Salamanca. Allí murió Carmen Franco en diciembre del 2017 y fija su sede algunas de las empresas de la familia e incluso la empresa que lleva la gestión de esos bienes, Sargo Consulting S.L.
Por otra parte, la polémica Fundación Francisco Franco, aunque no está regida por los herederos del Caudillo, se ubica en un piso de propiedad de la familia en la avenida de Concha Espina. En la capital los herederos tienen un chalet en La Moraleja y varias propiedades en la urbanización La Florida.
Según el libro “Los Franco S.A.”, de Marino Sánchez Soler entre la herencia del dictador que sigue en propiedad de sus nietos y bisnietos figura la casa natal del ex Jefe del Estado en Ferrol, el Palacio de Cornide La Coruña, una villa en Miami y plantaciones en Filipinas. También se habla de fincas en Galicia, Asturias y Guadalajara, así como diversas plazas de garaje en la Costa del Sol.
Según las anotaciones del Registro de la Propiedad, los herederos del absolutista ex Jefe del Estado cuentan con bienes de diferente naturaleza: parcelas rústicas y explotaciones agrícolas, solares, palacetes, aparcamientos, trasteros, casas, apartamentos turísticos y lo más sorprendente: obras de arte. En definitiva, los herederos de Franco cuentan con un holding inmobiliario que mantiene las cuentas familiares saneadas a pesar de los enfrentamientos personales de varios miembros del clan.
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