Peluquería política: del ‘cocomocho’ de Puigdemont al ‘justformen’ de Rajoy
Oteradas aborda hoy un tema de calado informativo por obra y gracia de mi amigo Adriano Silva, quien me propuso que abordase este tema. ¿Qué les pasa a los líderes políticos por la cabeza? Las personalidades del ámbito parlamentario nos han regalado durante los 40 años de nuestra democracia una galería inefable de peinados y estilismos capilares. Del revoltijo –“Cocomocho” lo llama Federico Jiménez Losantos- de Puigdemont al implante capilar de José Bono, pasando por el tinte ‘justformen’ de Rajoy.
Puigdemont, el meme que no cesa
El peinado de Carles Puigdemont ha sido durante sus años en el poder carne de meme digital. Nidos, fregonas… se cuentan por decenas los montajes fotográficos que inundan las redes sociales a tenor del peculiar peinado del prófugo independentista. ¿Encontrará un peluquero de confianza en Bruselas?
El bochorno del ‘semicalvo’: Anasagasti y Trump
Algunos políticos tienen más miedo de perder el pelo que la condición de aforados. Un clásico de la chanza ciudadana es el peinado ‘anticalvicie’ de Iñaki Anasagasti. El líder peneuvista cubre su despejado cráneo con una cortinilla de cuatro cabellos largos laterales que extiende a modo de improvisada cubierta capilar o bisoñé natural.
También resulta fascinante el peinado del líder del mundo libre: Donald Trump. El presidente norteamericano usa más laca de Yurena en sus buenos tiempos para evitar que se le vea el cartón y acaba con un estilismo que recuerda a las ensaimadas mallorquinas.
El binomio Rajoy-Aznar y su pelo ‘justformen’
La adicción por el tinte tapacanas es un furor entre los presidentes del Partido Popular: Aznar y Rajoy aún comparten algunas ideas como que no falte el ‘justformen’ en la lista de la compra. Su tonalidad capilar juvenil causa furor y son auténticos influencers del tema: Iconos de la metrosexualidad tardía como Bigote Arrocet y Ortega Cano han hecho del ‘Grecian2000’ su carta de presentación.
‘Podemos’, gusto por las melenas
Mientras en el partido gubernamental triunfa el tinte, en las filas de la extrema izquierda funcionan las melenas. La coleta es el símbolo distintivo de Pablo Iglesias desde que irrumpiera en la escena política allá por el 2014. En la formación de los círculos también ha adquirido especial notoriedad el peinado de su diputado tinerfeño, Alberto Rodríguez, que luce rastas con orgullo.
Injerto y botox para Bono
El que fuera presidente del Congreso de los Diputados y Ministro de Defensa durante los años del zapaterismo es una especie de versión castiza (y masculina) de Cher. El socialista no se resiste a realizarse tratamientos de belleza que van desde los liftigs a la blefaroplastia y, por supuesto, también el microinjerto capilar.