Resulta habitual y comprensible que la Reina Letizia cope las portadas de las revistas del corazón españolas cada semana. Sin embargo, el interés y la fascinación que despierta la soberana trasciende nuestras fronteras. Hace unos días, una revista alemana informaba sobre un presunto (e improbable) embarazo. Esta noticia no se trata de un caso excepcional: Letizia es un personaje habitual en las portadas de las publicaciones de corazón de toda Europa. ¿A qué se debe esta obsesión por nuestra reina?
Un paseo por los kioskos de Berlín, París o Lisboa sirve para descubrir que el interés que despierta Letizia cruza fronteras. Los editores de revistas de toda Europa saben del poder informativo de la que fuera presentadora del Telediario y su capacidad para vender ejemplares, y la llevan a portada con frecuencia. Presuntos embarazos, supuestos divorcios, análisis a su estilo o invenciones sobre su pasado: La veracidad de sus informaciones es lo de menos.
La falta de una Familia Real en países como Portugal, Francia o Alemania puede que genere una carencia de personajes para la prensa de sociedad de esos países. El caso es que Letizia Ortiz parece rellenar ese espacio como en su día lo hizo Diana de Gales. Sin embargo, cada país trata la figura de la Jefa del Estado consorte de manera diferente.
Tal y como comprobamos hace unos días, la prensa alemana tira de noticias de mecha corta y mucho sensacionalismo. Las revistas rosas germanas tan pronto embarazan a Letizia como la divorcian de Felipe. Antes del último presunto embarazo (de un varón, por cierto) en los últimos años los alemanes han celebrado la llegada de gemelos y han lamentado la existencia de una tercera mujer en su matrimonio.
La prensa francesa, en cambio, admira y respeta a la esposa de Felipe VI con pasión cortesana. Desde las páginas de publicaciones como “Point de Veue” o “Paris Match”, los elogios a Letizia se suceden: desde su implicación en la crisis del Coronavirus (“Felipe y Letizia se movilizaron por completo ante la tragedia”, titulaban recientemente) a su sentido por la moda (“Letizia, sobria y elegante”).
Los periodistas franceses también celebran la manera en la que los Reyes han decidido educar a sus hijas o el papel protagónico que Letizia toma en la vida política. El un artículo titulado “Letizia D’Espagne: celle qui a sauvé la royauté”, en la revista Gala se ahonda en la capacidad de comunicación de doña Letizia, su versatilidad pronunciando discursos en español, inglés o alemán y su interés por conocer todos los asuntos geopolíticos y sociales que atañen a su cargo.
Menos versallescos son nuestros otros vecinos, los portugueses. En el país de los fados entran a matar y no resulta extraño encontrarse con titulares como el que llevaba el semanario ‘Flash’ en su portada: “Letizia humilla a Felipe en público”. Ese mismo semanario publicó a toda portada unas declaraciones del primer marido de Letizia bajo unas supuestas confesiones exclusivas.
Otra revista llamada “VIP” hizo sangre de nuestra Primera Familiara bajo el titular “Las sonrisas que esconden un nuevo escándalo”. En páginas interiores el magazine detallaba que Felipe y Letizia usaban a sus hijas para blanquear la corona. Por su parte el semanario “Nova Gente”, uno de los más vendidos en Portugal, publicaba sin complejos: “Felipe y Letizia, al borde del divorcio”.
Más allá de sensacionalismos internacionales, la realidad que llega desde Zarzuela está lejos de embarazos y divorcios. Desde la cuenta de Twitter de la Casa Real podemos ver estos días a unos reyes preocupados por la incidencia del coronavirus entre los españoles: Cada mañana la pareja despacha con varios colectivos y personas para prestarles su apoyo desde el estallido de la pandemia. Además, acabamos de vivir la lectura del Quijote y el mensaje que Leonor y por primera vez, también la infanta Sofia, tenían que enviarnos desde su cuarentena.
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