Las supermodelos de los años 90 han superado la barrera del medio siglo. Pero que esta afirmación no te haga pensar que han podido perder un ápice de su belleza y sensualidad porque estas mujeres están estupendasa. Puede que sea porque se cuidan mucho o porque tienen un buen cirujano pero están fantásticas. Lo que sí ha cambiado y mucho es su vida desde entonces. Así están y así viven las primeras top models.
Hace poco que Claudia Schiffer, la más top de las top, celebraba su 50 cumpleaños. Durante los 90, la imagen de esta alemana era sinónimo de moda. Era la musa de las grandes firmas como Chanel o Versace y acaparaba las portadas de todas las revistas. También las del corazón, que desgranaban todas las semanas su noviazgo con el mago David Copperfield. En 2002 se casó con el director de cine Matthew Vaughn y formó con él una familia. Tienen tres hijos, Caspar, de 17 años, Clementine, de casi 16, y Cosima, de diez. La teutona ha organizado una exposición sobre su carrera para el próximo año en la ciudad de Dusseldorf, donde fue descubierta.
Naomi no ha dejado de estar de actualidad en los últimos 30 años. En los 90 era noticia por su tórrido romance con el bailaor Joaquín Cortés, en los 2000 Nelson Mandela la nombró su nieta honorífica, la década pasada acaparó polémicas por cómo trataba a su personal de servicio y en los últimos meses fue objeto de burla por sus medidas higiénicas que terminaron siendo las que todos aplicamos en la Nueva Normalidad. Además sigue trabajando como modelo y tiene su propio programa de televisión en Youtube, en el que entrevista a reconocidas personalidades.
Revolucionó la moda gracias a un característico lunar que tiene junto a la comisura de sus labios. Retirada de la moda desde principios de siglo ha vuelto a la actualidad gracias a su portada en Vanity Fair. "No echo de menos los 90. Me gusta ser quien soy", asegura en la famosa cabecera. La modelo cuenta en la entrevista que ha pasado la cuarentena recluida en su casa de Malibú con su marido, el exmodelo y empresario Rande Gerber, y su dos hijos, Presley, de 22 años, y Kaia, que cumple 19 este mismo mes.
En los gloriosos años 90 se la conocía con el sobrenombre de “El Cuerpo”. Compaginaba su trabajo como top model con pinitos como actriz (trabajó con Woody Allen, Zeffirelli, apareció en taquillazos noventeros como “Sirenas”, “Batman” y hasta tuvo un papel en “Friends”. Ahora, con 56 años, sigue presumiendo de figura en Instagram y asegura que ha cambiado sus prioridades: quiere ser feliz con sus animales y dedicarse a la horticultura sostenible. “He estado pensando en nuestras fuentes de alimentación y tratando de comprender la tierra”, dice. Madre de tres hijos, Flynn, de 22 años, y Aurelius Cy, de 17, podría consumar próximamente un tercer matrimonio junto a su actual pareja, Andrew Wakefield, polémico médico antivacunas inglés.
A punto de cumplir los 50, Valeria Mazza se ha reinventado como influencer todoterreno. En su canal de Instagram comparte recetas de cocina, realiza entrevistas a personalidades de todo el mundo y promociona su propia línea de gafas. Católica practicante, Valeria está casada desde 1998 el empresario Alejandro Gravier con el que tiene cuatro hijos: Balthazar, Tiziano, Benicio y Taína.
Linda Evangelista se hizo popular por sus cambios de look y por su comentario de "yo no me levanto de la cama por menos de 10.000 dólares diarios". Su último trabajo sobre una pasarela tuvo lugar en 2005, concretamente, con las propuestas de Alta Costura Otoño/invierno 2005-2006 de John Galliano para Dior y ahora vive retirada entre las montañas de Utah. Sin embargo su legado resulta reconocible para las nuevas generaciones, una drag del talent show de RuPaul ha sacado un single con su nombre y la serie Pose le rinde tributo a través de la casa de sus protagonistas: House of Evangelista
El enigma que rodea a Karen Mulder acrecenta su mito. Alcanzó la gloria en los 90 y se retiró abruptamente en 2001 tras una entrevista en televisión que, de tan polémica que era, llevó un canal de televisión francés a decidir no emitirla y acabó con la modelo en un psiquiátrico. Después de aquello, en diciembre de 2002, Mulder fue encontrada en coma en su apartamento de París tras ingerir una sobredosis de barbitúricos. Desde entonces ha elegido vivir en el anonimato.
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