¿Recuerdan a aquel dúo ruso que escandalizó a todo el planeta con su videoclip besándose al ritmo de la canción 'All The Things She Said'? Pues no es mi intención hacerles sentirse viejos, pero desde entonces han pasado veinte años. Dos décadas nada menos. ¿Quieren saber qué fue de ellas? Pues sigan leyendo, que se lo voy a contar todo todito…
Parece increíble pensar que un país como Rusia, que ahora tiene prohibido por ley cualquier exhibición de la homosexualidad, hiciese tantísimo por la visibilidad lésbica de toda una generación. El dúo T.a.T.u (acrónimo de la frase, en ruso, “Esta chica ama a esa chica”) irrumpió hace dos décadas en los canales musicales de toda Europa en la que aparecían vestidas de colegialas besándose. La controversia las hizo mundialmente famosas y el tema se impulsó directamente a la cima de las listas de éxito.
Aquellas dos jóvenes, Lena Katina (la pelirroja) y Yulia Volkova (la morena) se convirtieron en las adolescentes más célebres del mundo, eclipsando a la mismísima Britney Spears. Todas sus apariciones públicas sembraban la polémica y sus declaraciones no estaban exentas de picante: aseguraban que eran novias, que querían casarse o profundizaban sin rubor alguno sobre sus secretos de alcoba. Tal fue su proyección internacional que en 2003 representaron a su país en Eurovisión, de aquel año.
Sin embargo, aquel éxito intergaláctico fue tan efímero como potente. La relación entre ellas era de absoluta enemistad y no tuvieron problemas en evidenciarlo destapando que jamás estuvieron enamoradas y ni siquiera les gustaban las mujeres: todo era una farsa promocional. A pesar de que tras su debut editaron dos discos más y han intentado retomar el dúo, la enemistad entre ambas impidió que estos retornos a los escenarios resultasen fructíferos.
Las dos cantantes han tenido una errática carrera desde su separación, aunque han mantenido su status de celebridades en Rusia y la polémica ha continuado acompañándolas.
Yulia, la morena, ha tenido dos hijos con dos parejas diferentes y ahora está soltera. Tras pasar un cáncer de garganta que afectó a sus cuerdas vocales, se ha convertido en un personaje habitual de los reality shows de la tele rusa y se ha metido en política: Para sorpresa de sus fans, lo ha hecho en Rusia Unida, el partido de Vladimir Putin, de reconocido sesgo homófobo. “Me parece bien que mis vídeos con Tatu no puedan emitirse en la televisión”, reconocía recientemente en una entrevista en la que reconocía que no actuaba jamás en clubes gays.
Lena, la pelirroja, ha tomado el bando contrario: se ha convertido en el rostro visible de la oposición a las leyes 'anti gays' del gobierno de su país. Como su compañera, es una invitada habitual de la televisión rusa e intenta sobrevivir en la industria musical con discos autofinanciados, aunque asegura que la pandemia ha afectado negativamente a sus cuentas bancarias. En lo personal, tuvo un hijo con su marido en 2015, aunque terminaría separándose amistosamente en 2019 tras más de una década de relación.
A pesar del tiempo transcurrido, las dos cantantes mantienen las espadas en alto y descartan de manera absoluta una reunión. La última vez que actuaron juntas fue en 2016, donde ni se miraron a la cara y no les quedaron ganas de repetir la experiencia, aunque ya se sabe que los caminos del pop son inescrutables.