Letizia ha lucido en la cena de gala que ha tenido en Suecia su tiara más valiosa. Se trata de la tiara Flor de Lis que Alfonso XIII regaló a Victoria Eugenia el día de su boda, en 1906. Está valorada en cerca de 60.000 euros (tres veces su peso en oro) y tiene un significado muy especial ya que luce en el centro la flor de lis, el emblema de la dinastía borbónica. La reina la utiliza en los actos de máximo protocolo, pero en su joyero cuenta con otras seis tiaras muy especiales.
Letizia, anoche en Estocolmo
Con motivo del 75 cumpleaños de la Reina Margarita de Dinamarca, que tuvo lugar en abril de 2015, doña Letizia estrenó la tiara que le regaló don Felipe por su quinto aniversario de boda. Valorada en 50.000 euros, cuenta con 450 brillantes y diez perlas australianas. Según se comenta en los mentideros de Zarzuela, Letizia esperó más de un lustro en estrenarla porque la mala situación económica que pasó España entre 2008 y 2013 no resultaba apropiado.
En el día más feliz de su vida, la reina lució esta joya que fue un regalo de bodas que el bisabuelo de doña Sofía regaló a la abuela de la emérita el día de su boda. De inspiración griega, ya que sus formas recuerdan a las del Partenón, está elaborada en platino. La reina no la usa desde sus tiempos de Princesa de Asturias y la última vez que la vimos con ella fue en 2011 con motivo de una cena de gala realizada en el Palacio Real con motivo de la visita del presidente de la República de Chile.
La semana pasada, los monarcas celebraron la primera cena de gala tras la pandemia con motivo de la visita del Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella. Para tan importante cita, la soberana lució la conocida como tiara rusa. Se trata de una joya de la reina María Cristina realizada en platino, perlas y diamantes. El diseño forma lágrimas invertidas y debe su nombre a los tradicionales tocados rusos de las zarinas.
No le debe gustar mucho esta tiara a Letizia, ya que se trata de la joya que más tiempo lleva sin salir del joyero real. No la usa desde hace 14 años: la usó en 2007 con motivo de un ágape en honor a la Presidenta de Filipinas. La diadema de La Chata, conocida también como la diadema de las conchas por sus motivos marinos, data del año 1867. Se trata de una tiara realizada por encargo de Isabel II para la boda de su hija la infanta María Isabel.
La tiara de Cartier es una de las que más utilizó la reina emérita durante su reinado y tan solo ha sido usada una vez por Letizia: en la cena de gala de bienvenida al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa que tuvo lugar en el Palacio Real en 2018. La última persona que la había lucido fue la infanta Cristina que se la puso para la boda de Victoria de Suecia. Diseñada por Cartier en 1920, sigue líneas art-decó y está orlada con diamantes sobre una base de platino.
Se trata de la tiara que más veces ha lucido la reina Letizia. Elaborada por la parisina joyería Mellerio en 1867, está hecha de platino y diamantes y su diseño representa tres flores: dos iguales a los lados y una central, de mayor tamaño. Fue un regalo del pueblo español a doña Sofía cuando se casó con don Juan Carlos y no la vemos desde 2019, cuando se la puso para una cena de gala en el Palacio Real con el presidente de Perú. En aquella ocasión la acompañó de los pendientes que Letizia llevó en su boda.
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