De cortesano desconocido a elegante duque de Alba consorte ¿Quién es realmente Alfonso Díez? Repasamos sus maneras, su estilo, el corte de su armario y su versatilidad de clase media.
Sabemos que es de Palencia, aunque lleva ya muchos de sus 62 años viviendo en Madrid, donde hasta hace bien poco (prácticamente desde su boda) dejó de trabajar como funcionario. A pesar de las suspicacias y los miedos iniciales (de la familia de Alba incluso), Díez no sólo ha sabido hacerse un hueco sujetando la mano de doña Cayetana, sino que ha dado una impecable muestra de saber estar a todos los que tenían (teníamos) opiniones reticentes.
Nada mejor para parecer desinteresado que interesarse por su hoy mujer, a la que acompaña prácticamente cada una de las 24 horas del día. De viaje, en reuniones, firmas, paseos y quehaceres diarios, Alfonso se ha convertido en la sombra amable y cariñosa de la duquesa, en su compañero, su alegría y su sostén.
A pesar de la formalidad que aparenta, los allegados a la pareja comentan que es risueño, divertido y gran conversador… ¿Acaso importa su vida anterior? No cuando su porte es el de un señor que sabe estar en su sitio, algo tan difícil y comprometido para quien no hace las cosas de corazón.
Antes de ser conocido, compartía conmigo suministrador de ropa: un hombre con un puesto en el rastro de Madrid que dice vender prendas de firma seminuevas, un eufemismo para referirse a la ropa exquisita que los no muy potentados nos podemos permitir.
En el caso de Alfonso y su heredada clase media (tenía un sueldo de 1.500 euros), la elegancia nada tiene que ver con el dinero. Sin duda es un hombre coqueto, que se cuida (se retocó la nariz hace ya dos años) y se esmera en su aspecto, aunque no gusta de estridencias ni contrastes, como los de su audaz esposa. Lo más atrevido que hemos visto en cuanto a indumentaria, son tebas y chaquetas coloridas o, en contadísimas ocasiones muy informales, camiseta de algodón.
Lo más curioso de Alfonso Díez y su elegancia norteña, es que conjuga a la perfección con el hipismo andaluz de la duquesa de Alba… A pesar de la disonancia de edad (25 años los separan) es una pareja de lo más compenetrada. Los andares de él incluso se ven más de ancianito que los dejes de su mujer ¿Será para compensar?
En cualquier caso, y ante las naturales suspicacias que provocó su noviazgo y posterior casamiento, solo cabe responder con el respeto y amor que han demostrado profesarse uno y otro. Así lo recogen las instantáneas y también sus amigos y familiares.
Además de resultar una pareja encantadora, Alfonso se adapta, compensa las situaciones y se muestra siempre como un perfecto galán, un hombre lleno de intereses, refinado y atractivo. Sin duda, Alfonso Díez es todo un divinitycaballero de los que ya no se ven.