¿En qué se parecen Sarah Jessica Parker, Madonna y Angelina Jolie? Las tres son mujeres triunfadoras, que nos consta que se cuidan mucho (no en vano viven de su imagen) y todas tienen hijos. Sí, en efecto, les unen varias características. Entre ellas, unas aterradoras, tétricas y viejunas manos… ¿Es normal mantener una cara tersa como el papel charol de las manualidades infantiles y unas garras ajadas cual pergaminos prerrafaelistas? Hay algo que no cuadra. Investiguemos el qué…
Sarah Jessica Parker siempre me ha parecido una lista; ha utilizado la engañifa del supuesto buen gusto (reducido prácticamente a ropa y complementos carísimos) como campaña de autopromoción... Porque, seamos sinceros ¿A alguien le gusta como actriz? ¿Atesora galardones de interpretación sin parar? ¿Alguna vez ha sido algo parecido a un sex symbol? La explicación más plausible a su éxito, es que fue pionera en sacar la moda en la ficción... (y eso que ella era sólo la "percha").
De su vida conocemos algo más que sus estilismos: Tiene un niño, James Wilkie de 9 años y dos mellizas gestadas en un vientre de alquiler, Marion y Tabitha que tienen algo más de 3 años. Lleva casada 15 años con el también actor Matthew Broderick y se les ve pocas veces juntos y en alguna ocasión por separado.Su estilo suele ser pionero, elegante, atrevido. Se ha atrevido prácticamente con todo.
Estampados alocados y causantes de epilepsia:
Cursilería y maximalismo floreado:
Ajustada y de negro como un rotring de dibujo:
Obviamente, para ser una abanderada de la moda, Sarah, tiene que mantener un cuerpo armónico y cuidado. Y ahí permítanme señalar con todo el respeto del mundo, que la caga un poco. Primero, a cierta edad, el exceso de músculo y firmeza, en lugar de ofrecer una imagen joven y saludable, hace parecer un ser tirante, animalesco, en tensión... en el caso de Sarah Jessica, va camino de convertirse en Iggy Pop.
Segundo: Las dietas exentas de grasa, propician que ésta no se acumule en lugares indeseados (la tripa y las caderas sobre todo), pero tampoco en el resto del cuerpo. El problema es que un poco no sólo no viene mal, sino que es necesario (y compatible con la delgadez). El resultado de tanto cuidado alimenticio, y tanto gimnasio es un despropósito de manos, más propias de un halterofílico que de una mujer atractiva.
Una pena, porque numerosos estudios al respecto, concluyen que los hombres se fijan (después de las curvas y la cara) en las manos como indicador sexual de atracción en las mujeres.
Pero lo que me turba sobremanera es que este mal que padece la señora Parker, no es exclusivo de su persona. Otra actriz, algo más joven, bastante más carismática y un pelín siniestra, está aquejada del mismo mal. Se trata, amigos lectores, de Angelina Jolie. La celebrity hollywoodiense por excelencia, el icono femenino, la sexualidad superlativa... tiene unas manos perfectas para portar un bastón o cocinar una pócima de culebras y salir volando en escoba.
Si esta mujer tiene asegurado hasta el lóbulo de la oreja, si es fotografiada y copiada con compulsión mediática, si es uno de los cuerpos más mimados del planeta ¿Cómo tiene unas manos tan desagradables? Algo no encaja, amigos: Su vida es lo más divinity que pueda nadie fabular jamás. Hija de actores, con dos maridos a las espaldas, amantes de todo tipo, mansiones, viajes, ayuda a los necesitados, una prole de trendsetters que tiene por hijos, y uno de los hombres más deseados del mundo como eterno futuro marido...
Repito ¿Qué se nos escapa para que tenga esas manos tan mochas? Probablemente algo tan simple como que la cirugía estética de manos está muy poco avanzada, y Angelina, con sus 37 años, ha maltratado su salud hasta el punto de que sus dedos aparenten rondar la centena. Prácticamente cualquier parte del cuerpo se puede modificar para borrar signos de envejecimiento, y todo apunta a que es lo que la actriz se dedica a hacer. En los últimos días circula el rumor de que ha adelgazado drásticamente (¿más?) y ronda los 40 kgs... Un mostrenco de principio a fin, vamos...
El caso de Madonna es muy parecido al de las anteriores. La diva, que debe a su talento y a su imagen, el éxito del que aun goza, se cuida de forma obsesiva.
La alimentación, o mejor dicho, la estricta dieta macrobiótica que lleva la cantante es lo más severo del mundo: se alimenta de arroz integral, verdura cocida, pescado y fruta. A cierta edad, se siguen necesitando nutrientes, pero se asimilan más despacio, por lo que Madonna ha eliminado la carne, el azúcar y el alcohol de su vida. Se trata de potenciar los antioxidantes, o lo que es lo mismo, llevar unos hábitos alimenticios para frenar el envejecimiento (el gran horror para las superestrellas). Precisamente, este pánico al transcurrir del tiempo, que para el resto de los mortales es algo natural e incluso digno y hermoso, para quienes viven de su físico se convierte en una deshonra y obsesión.
Cual castigo bíblico, tales preocupaciones tienen su efecto visible: las manos. (En el caso de la estrella del pop, suele cubrirse con guantes a sabiendas de su problema). Curiosamente, aquello de lo que huyen Madonna, Angelina y Sarah Jessica, el aparentar edad, se ha materializado en sus propias manos.
Aquí, Madonna, tapada con gafas de sol y gorra, descubre sin embargo sus manos, que parecen de la abuela en lugar de la madre de Lourdes María, su primogénita.
Para mantenerse joven, influyen los hábitos de vida, los pasos por quirófano, los tratamientos y cuidados del cuerpo y la piel, el ejercicio físico y la alimentación saludable...
Particularmente, y esto es una opinión personalísima, creo que el comportamiento obsesivo de Madonna, le ha llevado a un extremo caricaturesco. Ella es intelectualmente muy avanzada (superdotada incluso); se ve que es exigente y cabal... pero... en palabras más prosaicas "se le ha ido la olla". Con lo bien que podía estar ejerciendo de madrina de otros, haciendo sesiones de fotos, asumiendo su edad y yendo al gimnasio a hacer Pilates... ¿Por qué sigue embarcándose en giras agotadoras? ¿Por qué saca discos que son más de lo mismo? ¿Por qué se empeña en demostrar que se siente como una veinteañera? ¿Acaso hay algo malo en ser una atractiva mujer madura?. Su adhesión a la cábala, su gusto por las culturas "tántricas" y tratar de aunar la espiritualidad con la superficialidad, no produce precisamente un bienestar, y eso, ha de acusarse de algún modo.Sus manos, en lugar de parecer de una cincuentañera como ella, parecen ser de una octogenaria.
¡Ay, qué empeño tan absurdo el de parar los relojes! Las estrellas pasan a ser caricaturas, y su fama, un recuerdo en vida de tiempos mejores...
Brigitte Bardot, que fue todo un icono sexual, mediático, estilístico y de una época, envejeció con dignidad. Con sus peculiares locuras, claro que sí (es muy extremista en su discurso). Pero hoy es una anciana posicionada, interesante y con arrugas y canas que tienen mucho que contar. Tiene un halo intelectual, atrayente y muy atractivo. Y lo mejor de todo: Sus manos son estupendas, son suyas y le pertenecen con sus manías su sabiduría, sus muletas, sus achaques y su edad.